¿Qué era el sulfurozador, el aparato usado en Argentina contra la peste bubónica por la élite de “los higienistas”?

Si bien el coronavirus atemoriza y paraliza a nuestro país, en el siglo XIX se produjo otra amenaza sanitaria que fue mortífera y marcó las formas de protección por parte de un sector de la sociedad. Conocé todos los detalles en la nota.

Por Canal26

Sábado 25 de Abril de 2020 - 14:22

Sulfurozador en Argentina durante la peste bubónicaSulfurozador en Argentina

Si bien el coronavirus es, sin duda, la peor pandemia que Argentina -y el mundo- ha visto en el último siglo, está lejos de ser la amenaza sanitaria más mortífera que ha enfrentado nuestro país.

 

Una seguidilla de brotes de cólera y fiebre amarilla provocaron decenas de miles de muertos en Buenos Aires y otras ciudades del interior entre 1859 y 1887.

 

Muchas de las víctimas eran inmigrantes españoles, italianos, franceses y de otras partes de Europa que habían generado una explosión demográfica en nuestro país.

 

Pero la experiencia de combatir estas epidemias también llevó al surgimiento de un poderoso grupo de médicos y defensores de la salud pública que se conoció como "los higienistas".

 Sulfurozador en Argentina durante la peste bubónica

Ellos seguían una corriente, nacida en Europa, que relacionaba las enfermedades con las condiciones ambientales. E instalaron gran parte de la infraestructura que pondría a Argentina a la vanguardia de la salud pública.

 

En 1880 fundaron el Departamento Nacional de Higiene y, tres años después, la Asistencia Pública de Buenos Aires, que coordinó "brigadas de desinfección".

 

El modelo sanitario conocido como la Utopia Higienista no solo buscaba prevenir enfermedades sino también lograr el progreso, promoviendo una "ciudadanía higiénica" tanto desde lo físico como desde lo moral.

 

Para ello se buscó fomentar hábitos saludables a través del diseño de ambiciosos programas que apuntaban a elevar los estándares de limpieza del hogar. A la vez, se impusieron estrictos ideales maritales y morales.

 

Argentina, entonces un país rico, aplicó los nuevos saberes científicos y técnicos de la época para cumplir con su ideal.

 

Uno de los avances tecnológicos que se usaron fue una máquina de fumigar creada en Francia que se llamaba Aparato Marot, y que localmente fue apodado "el sulfurozador".

 

El uso de esta máquina para fumigar las calles y las casas de Buenos Aires, a comienzos del siglo XX, sintetizó la utópica visión de los higienistas de desinfectar completamente la capital argentina y convertirla en un modelo de pulcritud

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