Hace 208 años en Tucumán, con la firma del acta de la independencia de la monarquía española, comenzaba la historia de la Argentina. Cómo fueron los hechos que desencadenaron en uno de los momentos más importantes como país y quiénes fueron parte.
Argentina cumple 208 años como una nación libre este 9 de julio. Fue en 1816 cuando se firmó el acta en Tucumán que marcó el final de la independencia política de lo que eran las Provincias Unidas del Río de la Plata con la monarquía española. Pero antes de la firma, hubo un duro y largo proceso para lograrla, ¿cómo fue y quiénes fueron los protagonistas?
Dos años antes de la firma, en 1814, el Rey Fernando VII había logrado regresar al trono español tras la invasión napoleónica, hecho que extinguió en parte los ideales independentistas que habían comenzado en el Río de la Plata el 25 de mayo de 1810. Pero aún nada estaba dicho, y en 1815 una revolución derrocó a Carlos de Alvear quien en ese entonces era el director supremo de las Provincias Unidas. Tras la renuncia se convocó a un Congreso General Constituyente que reuniera a representantes de cada provincia del entonces virreinato. El mismo inicio en marzo de 1816 en Tucumán.
Congreso de Tucumán.
El Congreso de Tucumán, que contaba con un representante por provincia cada 15.000 habitantes, comenzó un 24 de marzo con 33 diputados. La presidencia del mismo cambiaba cada mes de manera rotativa. Es importante aclarar que en ese entonces lo que se conocía como Virreinato del Río de la Plata abarcaba también al Alto Perú (hoy Bolivia) que decidió no enviar diputados por estar en manos de los realistas. Por otro lado, la Banda Oriental (hoy Uruguay), Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe tampoco enviaron representantes.
En los primeros meses se discutió lo que sería el funcionamiento y decisiones políticas en lo interno e internacional. Fue José de San Martín, en ese entonces gobernador de la Intendencia de Cuyo, quien pidió que se aceleraran las conversaciones para declarar de una vez la independencia. Dicha votación se hizo en julio, cuando el presidente era el diputado por San Juan, Francisco Narciso de Laprida.
Francisco Laprida.
Tras la firma el 9, la jura se realizó el 21 de ese mismo mes en la sala de sesiones. Allí estuvo presente Manuel Belgrano, el clero secular de las órdenes religiosas y el gobernador. Luego de ello se comenzó a discutir una constitución, la forma de gobierno y estado a adoptar.
Una de las ideas que rondó fuertemente fue la que propuso Belgrano: una monarquía Inca. Pero fue descartada por los diputados justificando que debía adoptarse un modo de gobierno republicano y constitucional. En 1817 el Congreso se trasladó a Buenos Aires, dos años después se sancionó una Constitución estableciendo la república centralista hasta su disolución en 1820 con la batalla de Cepeda.
El acta original se redactó en el libro de Actas de las sesiones públicas de la asamblea, el libro se perdió y se cree que fue robado en 1820 cuando fue depositado en la Legislatura de Buenos Aires. Actualmente se conserva una copia hecha a fines de julio de 1816, redactada por José Mariano Serrano.
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Los festejos por la Declaración de la Independencia empezaron antes del 9 de julio, fue el 25 de mayo de 1816 con la celebración de una misa en la Iglesia San Francisco para inaugurar las sesiones del Congreso tucumano.
Luego, el 10 de julio, una vez firmada el acta, se realizó una fiesta exclusiva que comenzó a las 9 de la mañana con una misa. Allí asistieron los hombres más distinguidos de la provincia.
El festejo siguió por la noche, con un baile con autoridades, diputados y miembros del Ejército. Se sabe que estuvo adornado con guirnaldas de flores y la presencia de una orquesta.
En 1870 el historiador Paul Groussac, que había recolectado testimonios de amigos que asistieron a la celebración, contó: “Cuántas veces me han referido sus grandezas mis viejos amigos de uno y otro sexo que habían sido testigos y actores de la inolvidable función. De tantas referencias sobrepuestas sólo conservo en la imaginación un tumulto y revoltijo de luces, armonías, guirnaldas de flores, manchas brillantes y oscuras de uniformes y casacas, faldas y faldones en pleno vuelo, vagas visiones de parejas enlazadas en un alegre bullicio de voces, risas, jirones de frases perdidas que cubrían la delgada orquesta de fortepiano y violín".
Casa de Tucumán.
Unos días después, el 21 de julio de 1816, se realizó lo que hoy llamaríamos la "fiesta popular", con mujeres, hombres y niños presentes en el Campo de Carreras donde se llevó a cabo la Batalla de Tucumán.
Los oradores en ese momento fueron Manuel Belgrano y Bernabé Aráoz, por entonces gobernador de Tucumán. Por lo que se pudo rescatar de testimonios, en sus discursos hablaron de aquellos que lucharon por este importante paso y convocaron al pueblo a obedecer al Congreso.
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