Francia decretó el estado de emergencia en Nueva Caledonia tras jornadas de protestas que dejaron cuatro muertos

Caos en Nueva Caledonia tras jornadas de protestas. Foto: Reuters.

Este miércoles se vivieron horas más que tensas en Nueva Caledonia, el territorio que es considerado una colonia de Francia. Por esto mismo, Emmanuel Macron, presidente francés, optó por decretar el estado de emergencia luego del estallido de protestas que dejaron un saldo de cuatro personas muertas.

El archipiélago atraviesa una importante escalada de violencia, donde se experimentan enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y grupos de jóvenes armados. La medida tomada por el mandatario francés restringe las libertades y que permitirá a las autoridades durante doce días una mayor discreción en la aplicación de la ley, con decisiones como la prohibición de manifestaciones, el cierre de lugares públicos o la imposición de arrestos domiciliarios preventivos.

Despliegue de fuerzas francesas en Nueva Caledonia. Video: Twitter.

Además, se anunció el envío de refuerzos policiales en busca de restablecer el orden en Nueva Caledonia, algo que se registró durante las primeras horas del jueves, que parecería ser una jornada más tranquila. Macron liberó su agenda y reunió un gabinete de defensa para tratar de encauzar una situación que se le está escapando de las manos hasta el punto de que su delegado en el territorio, Louis Le Franc, la calificó de "insurreccional".

Se registraron más de 140 arrestos en medio del clima de tensión, que incluyeron casas atacadas, autos y edificios incendiados y saqueos a comercios fueron algunas de las escenas que se observaron en las últimas horas. Las protestas iniciaron por la adopción en París de una reforma constitucional que persigue desbloquear el censo electoral fijado en 1998 para evitar que los 'kanakos' perdieran peso demográfico.

Caos en Nueva Caledonia tras jornadas de protestas. Foto: Reuters.

El Gobierno pretende ahora que se puedan inscribir, además de ciudadanos autóctonos, los asentados desde hace al menos diez años en el territorio, lo que va a diluir a la población indígena, la más partidaria de la independencia.

Es una consecuencia de que París diera por terminado el proceso de autodeterminación tras haber celebrado tres referéndums, todos ellos favorables a que Nueva Caledonia permaneciera en Francia, aunque el último, de diciembre de 2021, fue boicoteado por los separatistas.

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Macron agradeció el diálogo 

En paralelo a la firmeza, Macron tendió la mano a los independentistas, a quienes agradeció su llamamiento a la calma en el terreno, al tiempo que ordenó al primer ministro convocar en París a los representantes de todos los partidos del territorio.

Un diálogo que acompañó de un gesto, el de retrasar el Congreso que debe refrendar la reforma constitucional para dar espacio a esas negociaciones.

Caos en Nueva Caledonia tras jornadas de protestas. Foto: Reuters.

La crisis de Nueva Caledonia se ha colado en la disputa política francesa, en vísperas de unas elecciones europeas en las que la candidata macronista pena en los sondeos. La principal figura de la extrema derecha, Marine Le Pen, exigió que Macron "restablezca el orden y la seguridad" sin las cuales, dijo, "no puede haber diálogo ni negociaciones".

Todo lo contrario que el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que exigió retirar la reforma constitucional como gesto para destensar la situación y "salvar más vidas".