Fin de Fiesta en el Hipódromo de Palermo: la magia de Kevin Johansen, que no quedó en "The Nada"

Kevin Johansen en su Fin de Fiesta en el Hipódromo de Palermo Fotos: prensa Marina Sucari.

“Que veinte años no es nada”, cita el tango Volver. Y así, tal cual lo sintió Kevin Johansen el pasado domingo 5 cuando se presentó en el Hipódromo de Palermo para celebrar los 20 años de The Nada, la banda que lo acompaña hace dos décadas.

El día empezó nublado, lloviznando. La tarde siguió soleada, calurosa, casi veraniega. Caía la tarde y la gente iba llenando el Hipódromo. Poco a poco vamos volviendo a los shows, linda época para estar al aire libre escuchando buena música y viendo a buenos artistas. Y así sucedió.

A las 19:45 salió al escenario vestido de negro y con su guitarra colgada. Unos acordes y un solo impresionante para arrancar. Su público aplaudiendo y disfrutando cada acorde. Luego, presentó a Miranda, su hija mayor con la que compartió el segundo tema en dúo.

Para ponerle más ritmo el tercer tema fue la cumbia “En mi cabeza”, le siguió “No voy a ser yo”,una tremenda versión del tema de David Bowie “Modern Love”, “Tu Vé”. También hubo lugar para el Ska cuando sonó “Palomo”, luego tocó “Mc Guevaras o Che Donalds”, y sigue la lista.

La emoción llegó de la mano de “My Name is Peligro” dedicada a sus cuatro hijos, “Vos sabés” con dedicatoria especial a David Lebón, y “Hamaca” dedicada a su hija Kim.

Más adelante, volvió el ritmo con “Desde que te perdí”. La milonga “Daisy”, le puso toda la onda “Cumbiera intelectual” en donde deleitó al público con unos pasos de cumbia. Luego otro cambio de guitarra (rosa con el dibujo de Kitty) y sonó el rockandroll “SOS tan fashion” y no faltó el meloso "Down with my baby".

Pasadas las 21:30 llegó el turno de “Que lindo que es soñar”, “Sur o no Sur” y “Guacamole” en donde algunas fans subieron al escenario a bailar con él. Cerca de las 22:00 sonó el último tema, “Fin de fiesta”.

Y así fue. Una verdadera fiesta. Veinte años celebrando su música, 20 años con "The Nada", 20 años con su público.

Por Silvana Ceriscioli Albrecht