Alberto Fernández y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La CELAC fue creada en 1911, idealizada por Fidel Castro y Hugo Chávez con el objeto de excluir a los Estados Unidos y Canadá, integrando al Caribe donde participan aliados de Cuba y Venezuela, ambos excluidos de la OEA, organismo que tiene más de cien años de antigüedad.
Hoy de la CELAC tampoco participa Brasil. En cambio, sí la integra México, aliado de los Estados Unidos y Canadá en el Nafta.
La ideología que prima es el populismo de izquierda. Sin consensos y con serios debilitamientos de los sistemas democráticos.
No hay flexibilidad regional donde conviven dictaduras con democracias vulneradas.
La CELAC configura la creación de un campo propicio para la avanzada de potencias extracontinentales como RUSIA y CHINA, en una región liberada por San Martín, Bolívar, Iturbide y muchos otros patriotas latinoamericanos.
Argentina pretende presidir la CELAC. Sin embargo, liderar organizaciones conviviendo con países gobernados por dictaduras, no hace a la convergencia ni a la integración y menos aún a la mediación.
Presidir la CELAC no constituye una oportunidad.
La Argentina se debe a su responsabilidad nacional e internacional donde los atajos no abren el camino.
*Por Juan Pablo Lohlé, abogado, diplomático y académico argentino, que se desempeñó como embajador ante la Organización de los Estados Americanos, España y Brasil.