Estados Unidos cancelará los derechos de perforación de gas y petróleo en Alaska que había concedido Trump

Alaska. Foto: Reuters

Estados Unidos anunció que cancelará los derechos de perforación que tenía en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, en Alaska. El expresidente Donald Trump había concedido, de forma controvertida al final de su mandato, la posibilidad de extraer petróleo y gas en la zona.

El Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico tiene un extensión de unos 78.000 kilómetros cuadrados y es hábitat de animales como osos polares, lobos, caribúes y más de 200 especies de aves. En este sentido, el presidente Joe Biden afirmó que la cancelación de las concesiones en el refugio Ártico "ayudará a preservar" el territorio y vida silvestre del Ártico "a la vez que honrará la cultura, historia y sabiduría de los nativos de Alaska que han vivido ahí desde tiempo inmemorial".

Osos polares. Foto: Unsplash

Los permisos eran los últimos que quedaban, ya que habían sido suspendidos temporalmente en junio de 2021 por "deficiencias legales" en el proceso de concesión. La medida también afecta a 13.000 kilómetros cuadrados de la Reserva Nacional de Petróleo en Alaska, la mayor zona inalterada de territorio de Estados Unidos en manos públicas.

La secretaria de Interior de Estados Unidos, Deb Haaland, siguió la misma línea que Joe Biden y declaró queante la aceleración del calentamiento del Ártico como consecuencia del cambio climático, Estados Unidos "debe hacer todo lo que pueda para cumplir los estándares más elevados para proteger este frágil ecosistema".

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Joe Biden, ¿contradictorio?

El presidente de Estados Unidos que está tomando medidas para evitar el desarrollo petrolero en Alaska,  es también quien aprobó el polémico Proyecto Willow: uno de los mayores planes de explotación petrolera en la región.

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Con el objetivo de producir hasta 180.000 barriles de petróleo por día, las actividades extractivas generarán hasta 278 millones de toneladas métricas de CO2e durante su vida útil de 30 años, el equivalente a agregar dos millones de autos estadounidenses cada año, según las estimaciones de la Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos.

Los activistas ambientales argumentaron que la aprobación del proyecto es inconsistente con las promesas de Biden de liderar la acción climática.