Cuadernos de coimas: la viuda de Muñoz se convirtió en arrepentida

Carolina Pochetti, la viuda del ex secretario de Néstor Kirchner Daniel Muñoz, se convirtió hoy en arrepentida de la causa de los cuadernos, luego de que el juez federal Claudio Bonadio homologara su acuerdo.

Fuentes judiciales informaron que la audiencia que durante horas se llevó a cabo este martes entre Pochetti y Bonadio en los tribunales federales de Comodoro Py finalizó con la homologación del acuerdo como imputada colaboradora, aunque por ahora seguirá presa.

Pochetti declaró de manera extensa y aportó información sobre la fortuna que manejó de la mano de su entonces pareja Daniel Muñoz, pero también sobre el destino que tuvo todo ese dinero luego de la muerte del ex secretario e incluso hasta una vez finalizado el gobierno de Cristina Kirchner.

Tras la audiencia en la que fue homologado su acuerdo, el juez le concedió el rol de arrepentida, pero por ahora seguirá detenida hasta tanto se verifique que lo que declaró es cierto, sumado a que su defensor no solicitó formalmente la excarcelación.

La viuda de Muñoz se encuentra alojada en el penal de Ezeiza desde el 24 de octubre pasado. En las últimas horas, el ex abogado de Pochetti fue detenido junto a su yerno, Federico Zupicich, por orden de Bonadio.

La detención había sido solicitada hace semanas por los fiscales del caso Carlos Rívolo y Carlo Stornelli, quienes también habían solicitado la detención de la hija de Plo, María Jesús, esta última no avalada por Bonadio.

Plo defendió a Pochetti hasta hace pocas semanas, cuando los fiscales solicitaron su detención a raíz de una serie de viajes que llamaron la atención a los Estados Unidos, lugar donde se sospecha que la viuda de Muñoz invirtió 70 millones de dólares en la compra de propiedades.

El capítulo de Muñoz es sobre la inversión producto de la recaudación ilegal de los bolsos que entregaron los empresarios durante el kirchnerismo.

Para los investigadores, el rol de Plo no sólo fue asistir en la defensa a Pochetti sino que fue partícipe de la maniobra para intentar borrar las pruebas que la podrían complicar en lavado de dinero.