Al frente del rechazo se encuentran los intendentes Fernando Gray y Gustavo Menéndez. Sostienenque el líder de La Cámpora no tendrá el apoyo de consejeros y que el Congreso partidario lo va a bloquear.
Por Canal26
Martes 29 de Diciembre de 2020 - 10:03
Máximo Kirchner. Foto: NA.
Todo se activó durante el transcurso de la semana pasada, cuando el presidente Alberto Fernández sostuvo públicvamente que el jefe del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner, "tiene todas las virtudes" para presidir el PJ bonaerense, lo cual ha reavivado la interna en el distrito más grande del país.
Es que frente a esa idea del mandatario, son muchos intendentes que no quieren ceder en la tradición de que el presidente del PJ bonaerense sea justamente uno de ellos. Es por esto que resisten la entronización del líder de La Cámpora, más allá del respeto que pueda haber por su figura y pese a los deseos presidenciales.
Con este marco, Alberto Fernández minimizó las tensiones y trató de mostrar un mensaje de unidad, pero con un guiño explícito a las aspiraciones del hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Como sea, lo concreto es que el rechazo está y es más fuerte de lo que muchos podían llegar a pensar. El tema no está cerrado.
Juan Zabaleta, intendente del municipio bonaerense de Hurlingham, que claramente responde a Alberto Fernández y que incluso había expresado sus dudas respecto del rol a ocupar por el hijo de la vicepresidenta de la Nación, se ha decidido a calmar las aguas (que bastante agitadas están).
Dijo Zabaleta: “Máximo Kirchner es un referente de esta coalición con el que compartimos estas políticas y con el que vamos a compartir también espacios de construcción”. Así mismo, otros intendentes del Conurbano bonaerense, decidieron alinearse con el presidente.
Pero esto no significa que las diferencias estén zanjadas, sino todo lo contrario. Es que de hecho, hay un importante grupo compacto de intendentes y otros dirigentes del Partido Justicialista que no quieren ceder, ni mucho menos renunciar a sus cargos, y así las cosas desconocen el pedido (o deseo) de Alberto Fernández, mientras ratifican que el mandato de la conducción partidaria caduca en diciembre del 2021.
Alberto Fernández y Máximo Kirchner. Foto: NA.
Además surge otro problema para La Cámpora, dado que si llega a lograr la renuncia masiva, de inmediato tendría la obligación de reunir el Congreso partidario conformado por unos mil miembros. En su gran mayoría son dirigentes de mucha experiencia y larga trayectoria, más vinculados ideológicamente al viejo peronismo ortodoxo que al kirchnerismo o -incluso- al propio cristinismo.
El vicepresidente del PJ e intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, y el actual titular del PJ de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Menéndez, son los dos más destacados entre aquellos que se oponen a la designación de Máximo Kirchner.
De todos modos, fuentes confiables han sostenido que habría otros jefes comunales que acompañan esta postura de Gray y Menéndez, aunque aún no hacen pública su psotura frente al tema.
Estos intendentes tienen un buen impulso, sostenido en una concreta realidad: los que determinarán son los consejeros, dentro de los cuales hay muchos intendentes pero no los que apoyan con claridad a Máximo Kirchner como Mayra Mendoza (Quilmes), Juan Ustarroz (Mercedes) o Pablo Zurro (Pehuajó). Los jefes comunales que se oponen al pedido de Alberto Fernández, aseguran que de unos 70 intendentes peronistas, la mayoría son de las filas del peronismo ortodoxo que no quiere un cambio de conducción en estas condiciones.
Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora y el responsable de la idea de que Máximo llegue a la presidencia del PJ bonaerense, salió a respaldarlo. Insaurralde sostuvo que “la inmensa mayoría de los dirigentes y militantes peronistas” desean que el jefe del bloque de Diputados del Frente de Todos asuma esa jerarquía de poder interno, porque “conjuga la sensibilidad social y la capacidad que necesitamos”.
A Insaurralde solo lo acompañaron, entre otros, su ex colaborador y actual titular de la Cámara de Diputados provincial, Federico Otermín; los intendentes Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Nicolás Mantegazza (San Nicolás); la funcionaria nacional Victoria Tolosa Paz; y la concejal Dulce Granados, esposa del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados.
Si se mantiene esta situación, la llegada de Máximo Kirchner derivaría en varias impugnaciones en la Justicia electoral de parte de los consejeros y de dirigentes peronistas que no digieren esa movida.
Uno de ellos, justamente destacó que de acuerdo al artículo 64 de la carta orgánica, para ser autoridad en el partido es necesario contar con dos años de afiliación en el distrito. “Pero Máximo todavía está afiliado al PJ de Santa Cruz y tampoco cumple con ese requisito”, aseguran. Está claro que si el consenso fuera unánime, ese tipo de reglas serían pasadas por alto.
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