Por Canal26
Sábado 9 de Noviembre de 2024 - 05:00
Pekín, 9 nov (EFE).- China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, defenderá en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) de Bakú sus logros en materia de reducción de emisiones, aunque tendrá que enfrentarse a presiones para que se fije objetivos más ambiciosos.
El país asiático podría registrar un descenso de sus emisiones de carbono en 2024, cumpliendo así con su objetivo de que estas alcancen su pico antes de 2030.
"China ha echado el freno al carbón", declaró la directora del proyecto de Greenpeace Asia Oriental, Gao Yuhe.
El país asiático aprobó 14 nuevos proyectos de energía a carbón en los primeros seis meses de 2024, con una capacidad combinada de 10,34 gigavatios, una disminución interanual del 79,5 %, según la organización medioambiental.
Sin embargo, Greenpeace tildó de "preocupante" el hecho de que casi tres cuartas partes de dichas aprobaciones fueron grandes instalaciones "que no se activan y desactivan ágilmente, lo que contradice el propósito declarado de utilizar estas instalaciones como respaldo en los períodos de máxima demanda", indicó Gao.
El gigante asiático registró en el tercer trimestre un descenso de las emisiones de carbono procedentes del uso del acero, el cemento y el petróleo, según el analista del portal especializado Carbon Brief Lauri Myllyvirta, que apuntó asimismo a un estancamiento de la demanda de gas fuera del sector energético.
El análisis recoge asimismo un aumento interanual de la generación de energía solar de un 44 % y de un 24 % en el caso de la eólica, "rompiendo récords" de instalación de capacidad.
Estos datos hacen posible que el volumen de las emisiones de carbono chinas descienda en este 2024, aunque Myllyvirta advierte de que "los estímulos económicos anunciados en septiembre añaden incertidumbre a este pronóstico", dado que podrían influir en el volumen de emisiones del último trimestre.
Sin embargo, algunas instituciones aseguran que no es suficiente que China cumpla con sus propios objetivos: el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (Pnuma) avisó en octubre de que el G20, que incluye a los tres mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo (China, Estados Unidos y la India), debe asumir la mayor responsabilidad.
Este grupo aún está lejos de cumplir incluso las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, en inglés) actuales, según la agencia.
El gigante asiático se fijó alcanzar el pico de sus emisiones de CO2 antes de 2030 y la neutralidad de carbono antes de 2060.
China también se comprometió a reducir sus emisiones de CO2 por unidad de PIB en al menos un 60 % para 2030, en comparación con los niveles de 2005, según un plan climático que presentó en 2021.
Además, en 2030 aspira a conseguir que los combustibles no fósiles procuren un 25 % de la energía generada en el país, en el que el carbón es todavía protagonista.
Pese a que habrá voces que pidan a China que adelante sus metas, el país asiático suele insistir en el principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas" y reiterar que los países desarrollados son quienes deben "cumplir sus compromisos de financiación climática", al tiempo que aduce su condición de "país en vías de desarrollo".
En los últimos meses, China ha criticado los aranceles fijados por la Unión Europea a productos chinos como los coches eléctricos o paneles solares, que califica de "medidas proteccionistas", un tema que está previsto que se trate en la COP29.
De hecho, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, liderado por China, criticó recientemente a las economías avanzadas por crear barreras comerciales, "incluso para los bienes de energía renovable", barreras que según Pekín "perjudican los esfuerzos conjuntos para combatir el cambio climático y ralentizan la transición verde".
El embajador estadounidense en China, Nicholas Burns, destacó en octubre en Pekín la importancia de que China implemente un programa nacional para reducir todos los gases de efecto invernadero, refiriéndose específicamente al metano como un "supercontaminante".
El país asiático es el mayor emisor mundial de metano relacionado con el sector energético, con 28 millones de toneladas anuales, seguido por Rusia y EE.UU., según la Agencia Internacional de la Energía.
El año pasado, China dio a conocer un plan -poco detallado- que se comprometía a disminuir las emisiones de este gas en sectores como la minería o la agricultura, aunque numerosas voces han señalado que el país debe fijar un objetivo firme de reducción y fortalecer su monitoreo de emisiones de este gas, que está previsto que sea uno de los temas tratados durante el evento. EFE
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