Según un estudio de la Universidad de Cambridge, esta consecuencia del cigarrillo puede limitar la función cognitiva y aumentar la adicción.
Por Canal26
Lunes 21 de Agosto de 2023 - 16:24
Durante la adolescencia, los niveles de materia gris en dos partes del cerebro pueden estar relacionados con el deseo de empezar a fumar y el fortalecimiento de la adicción a la nicotina, según un estudio publicado en la revista Nature Communications.
El estudio que fue dirigido por las universidades de Cambridge y Warwick en el Reino Unido y la Universidad de Fudan en China analizó imágenes de cerebrales y datos de comportamiento de más de 800 jóvenes de 14, 19 y 23 años.
Lo que descubrieron fue que los adolescentes que comenzaban a fumar a los 14 años tenían considerablemente menor materia gris en una sección del lóbulo frontal izquierdo, que es la que se encuentra relacionada con la toma de decisiones y el incumplimiento de reglas.
Te puede interesar:
El Reino Unido prohibirá la venta y suministro de vapeadores desechables en junio de 2025
La materia gris es el tejido cerebral que procesa la información y contiene todas las neuronas de este órgano. Mientras que el desarrollo del cerebro continúa hasta la edad adulta, el crecimiento de la materia gris alcanza su punto máximo antes de la adolescencia.
Según el documento, "el bajo volumen de materia gris en el lado izquierdo de la corteza prefrontal ventromedial puede ser un biomarcador hereditario para la adicción a la nicotina, con implicaciones para la prevención y el tratamiento". Además, los científicos encontraron que la parte derecha opuesta de la misma región del cerebro también tenía menos materia gris en los fumadores. La pérdida de materia gris en la corteza prefrontal derecha parece acelerarse solo después de que alguien ha comenzado a fumar. Esta región está ligada a la búsqueda de sensaciones.
Los adolescentes que comenzaron a fumar a los 14 años poseen menos materia gris en una sección del lóbulo frontal izquierdo.
Como consecuencia, menos materia gris en el cerebro anterior izquierdo podría disminuir la función cognitiva y conducir a la desinhibición. Lo que puede desencadenar en un comportamiento impulsivo que rompe las reglas que surgen de una capacidad limitada para considerar las consecuencias. Esto es lo que explica por qué puede aumentar las posibilidades de fumar a una edad temprana.
Cuando se agarra el hábito de la nicotina, la materia gris en el lóbulo frontal derecho se encoge, lo que puede debilitar el control sobre el tabaquismo al afectar la motivación hedónica: la forma en que se busca y maneja el placer. La pérdida excesiva de materia gris en el lado derecho del cerebro también se relacionó con los atracones de bebida y el consumo de marihuana.
Asimismo, los hallazgos apuntan a un mecanismo neuroconductual dañado que puede llevar a que el uso de nicotina comience temprano y se convierta en una adicción a largo plazo.
"Fumar es quizás el comportamiento adictivo más común en el mundo y una de las principales causas de mortalidad en adultos", explicó Trevor Robbins, coautor principal del Departamento de Psicología de la Universidad de Cambridge, y agregó: "Es más probable que el inicio del hábito de fumar ocurra durante la adolescencia. Cualquier forma de detectar una mayor probabilidad de que esto suceda, para que podamos orientar las intervenciones, podría ayudar a salvar millones de vidas".
Se espera que las muertes anuales por cigarrillos alcancen los ocho millones en todo el mundo para fines de la década. Actualmente, una de cada cinco muertes de adultos cada año se atribuye al tabaquismo solo en Estados Unidos.
"En nuestro estudio, la reducción de la materia gris en la corteza prefrontal izquierda se asocia con un mayor comportamiento de incumplimiento de las reglas, así como con experiencias tempranas de fumar. Podría ser que este afán de transgresión conduzca a la violación de las normas contra el tabaquismo", dijo Robbins.
La corteza prefrontal ventromedial es una región clave para la dopamina, la sustancia química del placer del cerebro
La coautora Barbara Sahakian, del Departamento de Psiquiatría de Cambridge, explicó: "La corteza prefrontal ventromedial es una región clave para la dopamina, la sustancia química del placer del cerebro. Además de desempeñar un papel en las experiencias gratificantes, se ha creído durante mucho tiempo que afecta el autocontrol. Menos materia gris en esta región del cerebro puede limitar la función cognitiva, lo que lleva a un menor autocontrol y una propensión a comportamientos de riesgo, como fumar”.
Te puede interesar:
"Peligrosos y altamente adictivos": la OMS pide a los gobiernos proteger a los jóvenes del tabaco y los cigarrillos electrónicos
Los investigadores compararon las imágenes cerebrales de quienes habían fumado a los 14 años con los que no, y repitieron esto para los mismos participantes a los 19 y 23 años. Los primeros tenían significativamente menos materia gris en la corteza prefrontal izquierda, en promedio. Además, aquellos que comenzaron a fumar a los 19 años también tenían menos materia gris en esa zona del cerebro a los 14, lo que indica una posible influencia causal.
El autor principal, el profesor Tianye Jia de la Universidad de Fudan, agregó: "Menos materia gris en los lóbulos frontales izquierdos está relacionado con comportamientos que aumentan la probabilidad de fumar en la adolescencia. Los fumadores luego experimentan una pérdida excesiva de materia gris en los lóbulos frontales derechos, lo que está relacionado con comportamientos que refuerzan el uso de sustancias. Esto puede proporcionar una explicación causal de cómo se inicia el tabaquismo en los jóvenes y cómo se convierte en dependencia".
1
Confirman que el trastorno del sueño de fase REM es precursor del párkinson
2
Recuperar la flexibilidad después de los 40: cuatro ejercicios básicos para elongar músculos y articulaciones
3
Un estudio científico reveló cuánto tiempo dormir para "envejecer con éxito"
4
Alzheimer: las tres preguntas clave que pueden ayudar a detectar precozmente la enfermedad
5
Un estudio de Harvard vinculó el origen del Parkinson con el desequilibrio de la microbiota intestinal