Aunque la comunidad judía de la Argentina es la más numerosa de América latina y una de las principales del mundo, el atentado fue tomado por la colectividad, la Justicia y los gobiernos como un ataque a la sociedad toda.
Por Canal26
Miércoles 17 de Julio de 2024 - 21:20
Un 18 de julio de 1994, en el barrio de Balvanera, un acontecimiento que marcaría a generaciones enteras de ciudadanos argentinos, tuvo lugar cuando faltaban siete minutos para las 10 de la mañana.
El atentado más sangriento en la historia de Argentina se desató cuando una Trafic blanca, convertida en coche bomba, estalló contra la entrada del edificio de la AMIA, dejando un saldo de 85 muertos y más de 300 heridos.
Este 18 de julio de 2024 se cumplen tres décadas de una de las fechas más negras del país. Pero, pese a la importancia del hecho, la investigación judicial no logró resultados que puedan esclarecer la causa y lleven un poco de alivio a los familiares de los perjudicados por ese ataque terrorista.
La sociedad argentina tampoco puede recuperarse de la indignación que le produce el hecho de que los responsables de las muertes de 77 víctimas que estaban dentro de la sede de la AMIA y otras 18 en la vereda o en edificios aledaños, sigan impunes.
La situación se torna aún peor cuando se recuerda que el 17 de marzo de 1992, la comunidad judía ya había sido objeto de otro atentado, cuando una camioneta Ford F-100 explotó frente a las puertas de la Embajada de Israel, cobrándose la vida de 27 personas e hiriendo a más de 100.
Dos años después, la Asociación Mutual Israelita Argentina se encontraba organizando los preparativos para el festejo del primer centenario de su creación. La organización había sido fundada grupos de inmigrantes judíos y tenía por objetivo brindar ayuda y asistencia a las personas de esa comunidad que planeaban radicarse en el país.
Te puede interesar:
Jefe de Hezbollah en Latinoamérica: desconcierto judicial por la información que reveló Bullrich
El viernes 15 de julio de 1994, tres días antes de la explosión, una Trafic blanca fue estacionada en la playa de estacionamiento Jet Parking, a tres cuadras de la sede de la mutual. A las 9:53 del lunes 18, ese vehículo, cargado con 400 kilos de un explosivo de nitrato de amonio, TNT y nitroglicerina amonal, se estrelló contra el edificio de la calle Pasteur.
La explosión produjo un cráter de seis metros de profundidad y daños materiales por 15 millones de dólares, mientras que la onda expansiva dejó sin agua y sin luz a las manzanas vecinas y destruyó decenas de propiedades de la cuadra.
Desde ese momento, sin novedades judiciales a la vista, sobre el atentado a la AMIA se produjeron miles de artículos periodísticos y decenas de libros, ensayos y videos, así como centenares de testimonios orales, expresiones artísticas, imágenes y actividades educativas.
Cada 18 de julio a las 9.53 en la reconstruida sede de Pasteur 633 se hace sonar la sirena con el objetivo de fortalecer la memoria y redoblar el reclamo de justicia.
1
El año en que Buenos Aires dejó de ser la capital de Argentina
2
La accidentada primera visita de un presidente estadounidense a la Argentina: espías, una muerte y protestas
3
Día de la Tradición: las "mil muertes" de José Hernández entre un rayo, batallas y una salud rota
4
Kamala Harris: las barreras pueden superarse
5
La cruel venganza de Rosas contra los Libres del Sur: traiciones, un ex oficial de Napoleón y salvajes asesinatos
Mantenete siempre informado