Primer caso en Argentina, relato impactante: “Mis implantes de mamas me dieron cáncer"

(Foto: Pablo Cuarterolo) 

El caso de Valeria Olveira es conmovedor. Ella es una mujer de 34 años de edad y dice: "Yo era una persona sana. En 2011 me puse prótesis mamarias. Sabía a los riesgos que me enfrentaba, que podría haber alguna complicación, pero nunca me esperé un cáncer”.

El de Valeria, es el primer caso que se llega a diagnosticar en la Argentina. Se trata de un tipo de cáncer muy extraño –conocido como linfoma anaplásico de células grandes (LACG)– que se asocia directamente a los implantes de mamas.

De acuerdo a lo que sostiene la OMS, no es un cáncer de mama o del tejido mamario sino que se trata en realidad de un tumor del sistema linfático. Son muy pocas las veces en que puede llegar a desarrollarse juntoal implante mamario
(posiblemente un caso cada 300 mil).

Valeria sigue con su relato conmovedor: “Todos los años me hacía controles, mamografía y ecografía. A fines de febrero de 2017 me levanté con el pecho izquierdo inflamado y con mucho dolor. Pensé que era algo hormonal y fui a la guardia. Después, mi médico cirujano me hizo una ecografía donde detectaron que había mucho líquido (seroma tardío). Me hizo una punción y mandó a analizar el líquido. El 1º de marzo me dieron el diagnóstico: era LACG. Yo no entendía nada, no sabía que un linfoma era cáncer. Ahí se me vino el mundo abajo”.

Fue en ese mismo momento cuando Valeria supo que no era la única con ese diagnóstico. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) emitió un alerta por otros 359 casos y nueve muertes como directa consecuencia del LACG por prótesis mamarias. La mayor parte de los cánceres se desarrollaron en promedio a los ocho años del implante y una amplia mayoría fueron de superficie rugosa. “Yo buscaba una sola cosa: saber si esas pacientes se habían curado”.

Valeria visitó a muchos médicos por el mejor tratamiento.

“Había muy poca información disponible, algunos me sugirieron un recambio de prótesis, otros no entendían hasta que llegue a Fundaleu, donde me dieron respuestas claras”, contó.

Marcelo Cuadrado, su médico, cirujano estético del Hospital Británico de Buenos Aires, se manejó con el protocolo de la Sociedad América de Cirujanos Plásticos, le extrajo los implantes y la cápsula completa llevó adelante una
biopsia del ganglio centinela.

Luego de esa primera cirugía -cuyo resultado fue negativo-, en septiembre Valeria fue intervenida una vez más, por un ganglio inflamado en su axila.

“El linfoma había migrado al ganglio y ahí empezaron las sesiones de quimio y rayos. El tratamiento fue intenso. En mi familia no había nadie que haya padecido cáncer, fue como un cachetazo doble porque yo no sabía a qué me estaba enfrentando”, relató Valeria sobre su caso.

En julio Valeria entró en remisión y decidió hacer público su caso con la única finalidad de ayudar a otras mujeres.

Por eso mismo abrió un grupo en Facebook (“Mis implantes mamarios me dieron cáncer”), donde comparte información con chicas de todo el mundo.

“Yo me sentí sola en esta enfermedad. Si bien tuve el apoyo de un grupo de médicos, de mi familia, de amigos y de mis compañeros del trabajo, en la enfermedad no tenía parámetro con nadie. Por eso quiero acompañar a
otras mujeres, que tengan información, que sepan a quién recurrir”, dijo Valeria

En nuestro país, se hacen unos 53 implantes de mamas cada día. Pese a que el riesgo de LACG asociado a prótesis mamarias es bajo, desde lo que le sucedió a Valeria, la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora armó un grupo de trabajo y estableció un protocolo para su correcto diagnóstico y tratamiento.

Desde la Sociedad Argentina de Mastología recomiendan a las pacientes con prótesis mamarias que se realicen los estudios médicos habituales (mamografía, ecografía, resonancia magnética) al igual que aquellas que no tienen implantes, y en caso de síntomas como hinchazón, formación de líquido o alteración brusca de la forma y/o el tamaño, consultar inmediatamente al médico.