Borrell aseguró que ve la cumbre sobre Ucrania en Suiza como “un primer paso hacia una paz justa”

Josep Borrell. Foto: EFE.

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrel, animó que la cumbre de paz sobre Ucrania del próximo fin de semana en Suiza sea "un primer paso hacia una paz justa", al mismo tiempo que resaltó que Rusia “no muestra ninguna intención de negociar de buena fe”.

Tres días antes del encuentro, el jefe de la diplomacia europea expresó mediante un artículo publicado en su blog “una ventana al mundo” que esta reunión es coherente con la carta de las Naciones Unidas.

Josep Borrell, alto representante para la política exterior de la Unión Europea. Foto: EFE.

En este sentido, Borrell expresó que el contenido del futuro acuerdo de paz "es crucial para la seguridad europea y global, y para el orden internacional basado en reglas".

"La UE quiere la paz en Ucrania. Una solución diplomática que respete las normas internacionales contaría con el respaldo de todos los Estados miembros de la UE", insistió, al mismo tiempo que insistió en la importancia de seguir combinando "esfuerzos diplomáticos con apoyo militar".

"Dado que el (el presidente ruso) Vladimir Putin no muestra ninguna intención de negociar de buena fe, el continuo apoyo militar de Europa a Ucrania sigue siendo tan crucial para la paz en Ucrania como nuestro apoyo a una vía diplomática", justificó.

La conferencia de paz que se celebrará en Suiza esta semana buscará explorar las posibles vías alternativas para poner fin a la guerra entre Moscú y Kiev, y contará con la participación de delegaciones "de cerca de 100 países y organizaciones de Asia, Medio Oriente, África y América Latina", destacó Borrell.

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El alto representante expresó también que se amplía la presencia internacional y que esto indica un "sólido apoyo internacional para poner fin a la guerra sobre la base de la Carta de las Naciones Unidas".

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Rusia y China rechazaron la cumbre de la Paz

Rusia rechazó participar de la cumbre de Ucrania en Suiza, al igual que China, mientras que los otros países de los BRICS como Brasil y Sudáfrica no enviarán a sus delegaciones de alto nivel a la conferencia.

Por este motivo, Borrel expresó que: "La ausencia de China y su intento de desalentar la participación (en la cumbre) no fortalecen las afirmaciones de neutralidad". Al mismo tiempo, el político español resaltó que la fórmula de la paz de diez puntos puesta sobre la mesa por Ucrania es la base “más creíble para futuras negociaciones”.

"Las propuestas que no hagan referencia a la Carta de las Naciones Unidas e ignoren la soberanía política, la integridad territorial y el derecho de autodefensa de Ucrania equivaldrían a recompensar al agresor y legitimar los intentos de Rusia de volver a trazar fronteras por la fuerza. Esas propuestas no pueden traer una paz duradera", advirtió.

Josep Borrell. Foto: Reuters.

Además, añadió: "Nadie desea la paz más que los ucranianos. Sin embargo, las condiciones adecuadas para la paz son importantes para Ucrania y para el mundo".

Con respecto a la posición de Rusia, Josep Borrell expresó que el país no está dispuesto a “entablar negociaciones de buena fe y utilizaría cualquier alto el fuego para rearmarse y atacar nuevamente”, debido a que en su opinión, "las narrativas rusas sobre la paz son meros intentos disfrazados de legitimar su guerra de conquista territorial".

Borrell aclaró que la cumbre en Suiza pretende "desarrollar entre los países participantes parámetros comunes para la paz, basados ​​en el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas".

Vladimir Putin, presidente de Rusia. Foto: Reuters

Paralelamente, también se centrará en cuestiones prácticas seleccionadas en las que involucrar a Rusia: "cómo mejorar la seguridad nuclear, facilitar el intercambio de cautivos y garantizar el regreso de los miles de niños ucranianos secuestrados a Rusia, una práctica que se remonta a períodos más oscuros de Historia europea".

También abordará cómo garantizar la libre navegación y proteger la infraestructura portuaria del Mar Negro, ya que "un conflicto prolongado o congelado perpetuaría la inestabilidad y amenazaría la seguridad alimentaria y la estabilidad económica mundiales (...) Los avances en estas áreas podrían abrir vías para el compromiso con Rusia en otras áreas con el tiempo", concluyó Borrell.