Carlos III habló en su primer discurso frente al Parlamento británico como rey

Carlos III en su primer discurso como rey ante el Parlamento. Foto: Reuters.

El monarca Carlos III de Inglaterra se presentó ante el Parlamento británico en un acto cargado de solemnidad y tradición para pronunciar su primer "Discurso del Rey". En el recinto enfatizó en que las prioridades del Gobierno tienen que estar centradas en materia de justicia penal, economía y seguridad pública.

Vistiendo el tradicional traje real, el rey llegó puntualmente a las 11:30 hora local en un carruaje ornamentado con joyas y detalles y escoltado por guardias a caballo. Como su "querida madre" Isabel II, Carlos estuvo presente en este ritual de la vida política británica, que indica el comienzo de la última sesión parlamentaria antes de las próximas elecciones, que deben agendarse antes de enero de 2025.

Carlos III en su primer discurso como rey ante el Parlamento. Foto: Reuters.

Como heredero de la corona de su madre, Carlos dijo que este es "el primer discurso de un rey en más de 70 años". Durante la ceremonia, el monarca británico anunció junto a la reina Camila medidas programadas por el Gobierno del primer ministro Rishi Sunak.

Estas incluyen "penas más duras para los delincuentes" y más "poderes para la Policía". Sobre los problemas económicos de los ciudadanos, habló directamente sobre las preocupaciones acerca de "la inflación y el costo de vida". En este sentido, subrayó que el Gobierno tomará acciones decisivas para aliviar el impacto financiero en los bolsillos ingleses, fomentando un desarrollo económico sostenible.

Además, su discurso incluyó la controversial decisión de dar "nuevas licencias de petróleo y gas en el Mar del Norte", a pesar de que Carlos III se postula como el monarca que se dedica al medio ambiente.

Carlos III en su primer discurso como rey ante el Parlamento. Foto: Reuters.

El rey planteó que el Reino Unido enfrenta "importantes desafíos a largo plazo" por las consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania. "La prioridad de mi Gobierno es tomar decisiones difíciles pero necesarias a largo plazo para mejorar este país", dijo.

"La prioridad de mi Gobierno es tomar decisiones difíciles pero necesarias a largo plazo para mejorar este país"

El rey indicó además que el Reino Unido mantendrá su respaldo a Ucrania frente a la invasión de Rusia, consolidará la OTAN, y dará ayuda humanitaria a la Franja de Gaza para "fomentar la paz" en Medio Oriente. En este sentido, remarcó que el Gobierno está "comprometido a combatir el antisemitismo".

"Mis ministros trabajarán estrechamente con socios internacionales para apoyar a Ucrania, fortalecer la OTAN y abordar los desafíos de seguridad más apremiantes", afirmó. "Esto incluye las consecuencias de los bárbaros actos de terrorismo contra el pueblo de Israel, facilitar el apoyo humanitario a Gaza y apoyar la causa de la paz y la estabilidad en Medio Oriente", añadió.

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Salud, educación y tecnología

El discurso también se centró promesas de inversión en el transporte, mejorando las conexiones en el norte de Inglaterra, y una nueva calificación en educación llamada "Advanced British Standard".

En relación al Brexit, el líder de la Casa Real inglesa resaltó la intención del Gobierno de aprovechar la salida de la Unión Europea para fortalecer la economía y promover el comercio con economías en crecimiento. Al mismo tiempo, el monarca planteó los desafíos del futuro tecnológico, con la mención de marcos legales para el desarrollo seguro de vehículos autónomos y la Inteligencia Artificial.

El discurso también abordó cuestiones como la Salud, incluyendo un ambicioso plan para generar un ambiente libre de humo y el anuncio de una inversión récord en servicios de salud mental.

Carlos III recibe la corona en la Abadía de Westminster. Foto Reuters

Sin embargo, afuera del recinto, cientos de manifestantes se presentaron con pancartas que decían "No es mi rey". Los activistas del grupo "Republic" que busca el paso a una República, mostraron esos carteles mientras el rey y la reina pasaban en un carruaje en camino al Parlamento.

Los manifestantes criticaron la participación del monarca, observándola como una "pantomima que celebra los peores y menos democráticos aspectos de nuestro sistema político".