Control de Pemex, la gran disputa en plena reforma sindical mexicana

López Obrador, durante una visita a una refinería de Pemex en mayo.

La secretaria del Trabajo mexicana, Luisa María Alcalde Luján, informó que tras la renuncia de Carlos Romero Deschamps, notificada a la dependencia el 9 de diciembre, el día 11 del mismo mes se registró la reforma estatutaria que adecúa las normas internas del STPRM a las disposiciones derivadas de la reforma laboral.

El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) se enfrenta ahora a una serie de grupos que pujan por su renovación o sustitución. Están en juego la representación de casi 100.000 afiliados y manejo de la mayor empresa de México: Pemex.

Romero Deschamps renunció a la dirigencia nacional del sindicato en diciembre, abriendo la inquietud sobre las condiciones en que se renovaría el comité nacional y los reclamos de disidentes que aseguraban haber sido electos en asambleas durante los dos años anteriores.

Durante el 2019 se impulsó una reforma que obliga a presentar cuentas transparentes y a organizar votaciones directas y secretas para elegir a sus dirigentes. Previamente a eso se votaba a mano alzada y el Comité Ejecutivo, el máximo órgano decisor, era elegido por los representantes locales.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la elección se ubica en el terreno de lo inédito, pues no hay democracia sindical por lo que es un desafío. “Aprovecho para pedirle a los trabajadores y a los dirigentes que trabajemos juntos para hacer realidad este ideal de que haya democracia en los sindicatos, que elijan libremente a sus representantes. De acuerdo a la ley, la STPS tiene la facultad que no tenía antes, para participar en los procesos de democratización de los sindicatos”, manifestó.

"Se actúa conforme a nuestros estatutos. Cabe mencionar que las elecciones realizadas el año pasado se realizaron por voto directo y secreto", escribe el portavoz del STPRM Andrés Oliva. Manuel Limón podría mantenerse como secretario general interino unos años más, sostuvo el abogado laboralista Pablo Castro.

La disputa está servida. De un lado, Alicia González, de 53 años, estaba en la concentración de octubre para reclamar que se reconociera oficialmente a Petromex, un nuevo sindicato que busca competir con el STPRM. Vestía uniforme blanco con el logo de la petrolera: una cabeza de águila y una gota de petróleo superpuestas. Por salirse del STPRM la han tildado de “contra” y de “rebelde”. También le ha valido ser bloqueada en las promociones y hasta borrada de la lista de invitados a las posadas navideñas. “Si estás con Petromex, eres un apestado”, aseguraba. A la vuelta de la esquina y lejos del barullo, un grupo de trabajadores de Pemex compraba unas tortas para almorzar. “No son nada”, decía Juan Manuel Nava sobre los descontentos. “Las reglas ya están escritas”.

Durante la conferencia de prensa presidencial, Alcalde Luján dio a conocer que hubo tres solicitudes de registro por parte de Rubén Choreño, Mario Rubicel y Enrique del Ángel, respectivamente. Sin embargo, ninguno de ellos reunió las condiciones y no fueron reconocidos. En tanto, no existe orden judicial que obligue a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), a reconocer a alguno de los mencionados.

El STPRM está a cargo del secretario del Interior, Actas y Acuerdos, Manuel Limón que, como el resto del comité, se mantendrá en esa cartera pues sólo se elegirá dirigente por ser el único puesto vacante.

De acuerdo a Alcalde Luján, será este mismo año cuando se emita la convocatoria que será revisada por la STPS y la Secretaría de Gobernación, y se elija dirigencia nacional del dicho sindicato.

La dimensión de la petrolera, un gigante endeudado cuyas ventas llegaron a suponer el 10% del PIB en la década de los 2000, explica que la influencia del STPRM sea mayor a la de otras asociaciones más numerosas, como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación con 1,6 millones de maestros afiliados.

Las autoridades del STPRM debieron también sufrir una reducción de 1.600 millones de pesos, unos 83 millones de dólares, en viáticos y otras prestaciones. La Fiscalía General de la República ha anunciado que está investigando por corrupción al ex secretario general Romero Deschamps, a quien se le presume poseedor de una fortuna cuantiosa.

Petromex tiene el reconocimiento gubernamental y aseguró contar con unos 2.000 afiliados. Su presidenta, Yolanda Morales, considera que el STPRM es un “árbol podrido e irrescatable”. Si Petromex consigue más votos que su rival, podrá pedir la titularidad del contrato colectivo, clave para negociar prestaciones, salarios y contrataciones.