El magnate y nuevo presidente de los Estados Unidos, por el Partido Republicano siempre fue una figura extravagante. No solo ha sabido incursionar por diferentes negocios, también lo ha hecho en la pantalla grande.
Por Canal26
Miércoles 6 de Noviembre de 2024 - 05:46
El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, no solo es un político reconocido que buscó por meses hacerse del poder una vez más en su país (ya fue presidente durante 2017 a 2021), también supo ser una persona destacada en los negocios y en los medios de comunicación.
Es por eso que no debería resultar tan extraño que tenga una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, aunque este reconocimiento es usualmente reservado para las personalidades y estrellas del cine, el teatro, la música y la televisión.
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Trump recibió su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood allá por el año 2007, una década antes de que fuera elegido presidente, por su exitosa participación en el concurso "El Aprendiz", un programa de televisión de la cadena NBC, donde diferentes aspirantes a empresarios competían por poder dirigir una de las empresas del republicano.
Además, quien derrotó a la demócrata Kamala Harris para hacerse de la presidencia el próximo martes 5 de noviembre, también se dedicó en más de una oportunidad a organizar desfiles de Miss Universo.
Y es que, por aquellos años, cuando fue condecorado con esta estrella, desde la web del Paseo de la Fama hollywoodense se referían al magnate como con "un estilo extravagante y actitud abierta que lo convertía en una celebridad". A partir de allí, también afirmaron que seguía "siendo una figura importante en el terreno financiero de Estados Unidos y una celebridad por sus reiteradas apariciones en los medios de comunicación".
En dicha oportunidad, el propio Trump celebró esta distinción: "Realmente ha sido un momento especial en mi vida". Pero la fama de Trump no solo provenía de esos programas antes mencionados, dado que ya había participado en diversas películas y cameos de series.
Pero no todo fue "color de rosas" para él durante sus incursiones cinematográficas, dado que en la interpretación de sí mismo en "Los fantasmas no pueden hacerlo", una película de comedia y romance de 1989, donde el propio Trump debutó en la pantalla grande, su incursión le valió el mote de ser merecedor de un "anti-Oscar", como peor actor secundario.
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Si nos referimos a una de las personalidades más extravagantes, sin duda el nombre de Trump saldría entre los primeros de la lista. En ese contexto, supo tener su propio juego de mesa, que fue bautizado con su nombre.
Fue un año antes de su primera incursión en el cine, en el año 1988. En ese momento, Jeffrey Beslow -responsable de juegos de mesa de licencias disímiles- le ofreció a Trump un juego de mesa con su nombre.
Trump aceptó gustoso la idea. Su intención era la de hacer una especie de Monopoly, pero más realista, donde lo mínimo que se pudiera jugar fueran 10 millones de dólares.
El proyecto salió a la luz y se lanzaron 2 millones de unidades a las diferentes tiendas, aunque solo llegaron a venderse 800 mil.
"Mi nuevo juego es Trump: el juego. Creo que les gustará", eran las palabras elegidos por el magnate para promocionar su propio juego de mesa en un anuncio televisivo de la época.
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