Golpes de Estado y conflicto en el continente africano: ¿parte de la estrategia de EE. UU ?

Estados Unidos comenzó a aumentar su presencia en diversos puntos de África. Hoy posee más de 20 bases distribuidas en 15 países distintos.

Por Mauro Labombarda y Matías Tullio

Domingo 24 de Septiembre de 2023 - 11:09

Nigerianos se reúnen frente al cuartel general del ejército francés, en apoyo a los soldados golpistas y para exigir la salida del ejército francés, en Niamey, Níger. Foto: Reuters Nigerianos se reúnen frente al cuartel general del ejército francés, en apoyo a los soldados golpistas y para exigir la salida del ejército francés, en Niamey, Níger. Foto: Reuters

Que los EE. UU. son un poder global no es ninguna novedad. Donde sea que se coloque el dedo en un globo terráqueo, se dará muy probablemente con un pedazo de tierra o mar donde hay presencia estadounidense. No hay lugar, por lejano que sea, donde no esté en juego la seguridad de los Estados Unidos, dijo el ex presidente Richard Nixon, hace ya varias décadas.

Que China se está convirtiendo en otro poder global, tampoco supone ninguna novedad. En el terreno económico y financiero, su capacidad de proyección en base a inversiones, desarrollo de infraestructura, préstamos y acuerdos económicos está presente en el mundo entero. Ligada a esta capacidad económica, ha profundizado su proyección diplomática, cultural, su desarrollo tecnológico y militar.

Qué tanto más crecerá China está por verse. Si ello ocasiona la pérdida de la hegemonía estadounidense, también.

Aviones militares chinos. Foto: REUTERS Aviones militares chinos. Foto archivo: Reuters

 En el mientras tanto, la proyección china no es bienvenida en EE. UU. Allí donde Beijing avanza, desde Washington responden intentando establecer obstáculos que impidan a China lograr sus objetivos. El continente africano se ha transformado, hace un tiempo, en un escenario más de este enfrentamiento, que también tiene a europeos (fundamentalmente franceses) y rusos como actores secundarios.

Petróleo. Plataforma de extracción. Foto: Unsplash

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El golpe de Estado en Níger

Lo ocurrido en Níger fue un hecho más en toda una serie de golpes de Estado que se vienen sucediendo en los últimos años. Mauritania, Gambia, Guinea, Burkina Faso, Mali, ahora Níger, son solo algunos ejemplos. Todos países que forman parte de los antiguos territorios coloniales de Francia, y que aún hoy los franceses consideran ¿bajo? de su influencia. Con cada golpe de Estado lo que surge es un fuerte sentimiento antifrancés, y general, ha terminado con la retirada de las tropas francesas.

Manifestantes se congregaron el sábado frente a una base militar francesa en Niamey, la capital de Níger, para exigir la salida de sus tropas tras un golpe militar que cuenta con un amplio apoyo popular. Foto: Reuters Manifestantes frente a una base militar francesa en Niamey, la capital de Níger, para exigir la salida de sus tropas. Foto: Reuters 

De seguir así, las fuerzas armadas de Francia desplegadas en África no van a tener una base donde hacer pie.

De esta situación surge la tentación de analizar lo que ocurre casi exclusivamente como una lucha contra una potencia colonialista, Francia, para terminar con su largo dominio sobre la región de África occidental junto con los rusos, ya sea directamente o a través del grupo Wagner, oficiando como apoyo en el proceso de liberación. Sin embargo, ello no lo explica todo. Debemos hablar sobre los dos principales actores de esta película.

La presencia china en África se siente a lo largo y ancho del continente. Desde hace más de dos décadas viene profundizando su relación con todos los países africanos, fundamentalmente a través de obras de infraestructura, inversiones a través de sus empresas, acuerdos económicos y financieros, intercambio comercial y préstamos. África tiene hidrocarburos y minerales en cantidad, fundamentales para el desarrollo industrial y tecnológico chino.

Pero también es en suelo africano donde China abrió su primera base naval en el extranjero, más precisamente en Yibuti, estratégicamente ubicada frente al paso entre el mar Rojo y el golfo de Adén en el océano Índico.

Emmanuel Macron, presidente de Francia. Foto: Reuters

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Estados Unidos aumenta su presencia en África

Casi al mismo tiempo de su ingreso en Afganistán e Irak, Estados Unidos aumentó presencia en distintos lugares de África. Hoy tiene más de 20 bases distribuidas en 15 países distintos. El eje central que justifica su presencia no es diferente al que vimos en otras regiones: la lucha contra el terrorismo.

Ceremonia del ejército estadounidense. Efe Ceremonia del ejército estadounidense. Efe 

A principios de los 2000, los ataques terroristas en África eran apenas un puñado. Hoy se cuentan por miles. ¿Un fracaso? Depende de cómo se lo mire. La continua proliferación de franquicias de IS (Estado Islámico) y Al Qaeda no hacen sino justificar la necesidad de la presencia de EE. UU. y sus casi ilimitados recursos. Más aún, de profundizarla.

Para armonizar los esfuerzos de los países africanos en la lucha contra las organizaciones terroristas que socavan la paz y la estabilidad del continente, EE. UU. realiza anualmente ejercicios militares con el fin de coordinar los movimientos interfuerzas.

Lo que llama poderosamente la atención es cómo varios de los líderes militares que forman parte de estos ejercicios conjuntos han terminado protagonizando algunos de los golpes de Estado a los que hicimos mención. ¿Cómo se explica esta situación? Una posible respuesta sería pensar en que los estadounidenses actuaron con torpeza, y la cosa salió mal.

Otra, completamente opuesta, es considerar que la situación beneficia los intereses estadounidenses. Mientras castiga aún más a los europeos, en este caso específico a Francia (el país más interesado en terminar la OTAN y separar los intereses europeos de los norteamericanos), comienza a configurar un escenario en el que militares afines ocupan puestos de liderazgo en cada vez más cantidad de países.

Militares franceses despliegan ejercicios. Archivo Efe Militares franceses despliegan ejercicios. Archivo Efe 

La expulsión de los franceses, más que un problema, pareciera incluso favorecida, por acción u omisión, por los mismos estadounidenses. De hecho, la gente en la calle no pide la expulsión de EE. UU., que tiene dos bases en Níger, de las más importantes en el continente africano. Estados Unidos hasta nombró a una nueva embajadora, en funciones desde fines de agosto. No parecieran estar previendo salir de allí.

Los líderes durante la firma de la creación de la nueva Confederación del Sahel. Foto: Gobierno de Níger

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Crecimiento de la influencia rusa

Y mientras EE. UU. se consolida, Rusia aumenta sus niveles de influencia. Es llamativo que los mismos militares, entrenados por los estadounidenses, realicen un golpe de Estado, y enseguida llamen a los rusos para establecer algún tipo de acuerdo militar.

Bandera rusa en un automóvil de la caravana del presidente ruso Vladimir Putin en el cosmódromo Vostochny en el extremo oriental de la región de Amur, Rusia_Reuters La bandera rusa en un automóvil de la caravana del presidente Vladimir Putin en el cosmódromo Vostochny en la región de Amur, Rusia. Reuters

La escena se asemeja a aquella que ya ocurrió en Siria donde rusos y norteamericanos, lejos de confrontar, coordinaban sus acciones militares contra los terroristas de Estado Islámico que, quizás por casualidad, también actuaban en continente africano.

En el plano discursivo, rusos y estadounidenses parecieran enemigos jurados; en el terreno pasa más bien lo contrario. ¿Hay algún tipo de entendimiento que no estamos viendo? ¿Será que el objetivo de desacelerar la unión de Europa con China los lleva a entenderse más de lo que sospechamos?

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