Níger, el rey del uranio africano, desembarca en el rubro petrolero y espera su despegue

El país ubicado en el corazón de la región africana del Sahel, socialmente relegado, busca su despegue definitivo con el oro negro y sus nuevas capacidades exportadoras.

Por Kevin Bryan

Miércoles 13 de Noviembre de 2024 - 07:00

Petróleo. Plataforma de extracción. Foto: Unsplash Petróleo. Plataforma de extracción. Foto: Unsplash

Níger, uno de los países más grandes del centro-norte de África, también conocido como uno de los países más pobres del mundo, se encuentra con la llave que puede consolidar un nuevo destino. El petróleo, aún buscado por numerosos países, parece ser la clave económica para un país que solo destacaba, hasta hace poco, por la exportación de uranio en bruto.

Emmanuel Macron, presidente de Francia. Foto: Reuters

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El rey del uranio, ante un nuevo escenario

Níger es un Estado reconocido en África como el “rey del uranio”. Sus enormes yacimientos de uranio han hecho que Francia, su exmetrópoli, mantuviera el control -casi en forma de monopolio- de la extracción de dicho recurso para alimentar sus centrales nucleares.

El general Abdourahmane Tiani que fue declarado como nuevo jefe de Estado de Níger . Foto Reuters El general Abdourahmane Tchiani que fue declarado como nuevo jefe de Estado de Níger . Foto Reuters

Sin embargo, pese a las enormes exportaciones de uranio, esto no pudo capitalizarse en un desarrollo social para el país. El presidente de Burkina Faso, Ibrahim Traoré, sintetizó en un discurso una inmortal frase: “En París, las calles brillan por su luz. Pero en Níger todo es oscuridad”. El sistema francés, acompañado de un extractivismo clásico, no promovió ningún tipo de desarrollo en el país.

Sus índices de pobreza permanecieron muy altos y los márgenes de ganancia que generaban por el uranio eran reducidos ya que, al no haber proceso de industrialización de por medio -solo una mera explotación en bruto-, se pagaba el valor mínimo. Además de que Francia exprimía ventajas en las concesiones por brindar “tutela militar” al país africano.

El golpe de Estado que sacudió al país en julio de 2023, significó un volantazo productivo para el país que decidió terminar con las concesiones mineras a Francia, nacionalizar los recursos y llamar a concesión pero haciendo valer sus riquezas naturales siguiendo los valores internacionales.

Movilizaciones en Níger contra Francia. Video: Reuters.

El nuevo gobierno del general Tchiani, de tintes nacionalistas y panafricanistas, se propuso diversificar las alianzas comerciales para explotar al máximo las capacidades de su país. En esa sintonía, países como China, India, Rusia, Turquía, Arabia Saudita, Egipto, Japón o Corea del Sur manifestaron sus intenciones de invertir, tras la salida de los grandes capitales franceses.

Los líderes durante la firma de la creación de la nueva Confederación del Sahel. Foto: Gobierno de Níger

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Un difícil camino para Níger

El descubrimiento de una enorme reserva de petróleo en el noreste del país, próximo al límite con Chad, abrió las puertas a que el país, desde 2022, avanzará en obras para crear su primer oleoducto con el fin de explotar sus potencialidades petroleras. Las reservas encontradas en el país, superiores a los 30.000 millones de barriles, colocaron a Níger como el segundo mayor país en reservas de petróleo del continente africano, solo detrás de Libia.

En azul, el trazado de la tubería de petróleo de Níger. Fuente: China Global South Project En azul, el trazado del oleoducto de Níger. Fuente: China Global South Project

El problema, desde entonces, fue cómo facilitar las exportaciones petroleras. Níger es un país sin salida al mar, por lo cual debió buscar acuerdos con otros países, sí o sí, para sus exportaciones. El socio más indicado fue Benín, un pequeño país con salida al golfo de Guinea. El gasoducto, en efecto, partiría desde los yacimientos de Níger hasta el principal puerto de Benin.

Durante el golpe de Estado de 2023, las obras para la construcción del oleoducto se paralizaron solo durante el mes inicial. Posteriormente, la obra se reactivó -con inversiones chinas- y fue finalizada a inicios de este año. Sin embargo, el país encontró otra dificultad: la crisis política regional desencadenada por el golpe de Estado.

Golpe de Estado Niger vista de dron_Reuters abilizarse, quizá, preparando todo para su tan esperado despegue en un continente llamado a ser protagonista del siglo XXI.

Por el golpe, Níger enfrentó una serie de sanciones del principal organismo económico de la región de África Occidental, la CEDEAO. Benín, que forma parte de la CEDEAO, bloqueó las exportaciones de petróleo de Níger. De esta manera, aunque el oleoducto estaba listo, Níger no podía exportar su petróleo. Esta situación de tensión, sostenida durante varios meses, finalizó hace tan solo un mes, cuando Níger y Benín acordaron normalizar sus relaciones, dejando de lado sus diferencias.

Referentes de la Cedeao. Foto: Reuters.

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Camino político allanado: ¿hacia una nueva etapa de desarrollo?

La capacidad exportadora actual de Níger se aproxima a los 50.000 barriles diarios. Es una cantidad que solo Libia, Angola y Nigeria disponen, dentro de África, para dimensionar. Esa capacidad llegará a 80.000 barriles para inicios del 2025 y se estima que tocará los 100.000 a mediados del año próximo. Un auténtico boom petrolero en las entrañas del Sahel.

Los ingresos petroleros podrán generar un aumento exponencial del capital generado por el país al punto de que, tanto el Banco Mundial como la Organización Mundial del Comercio, le vaticinan a Níger la tasa de mayor crecimiento económico de África para el año entrante, con cifras superiores al 7% y rondando el 10% del PBI.

Si los ingresos petroleros se complementan con los ingresos del uranio, a valor internacional, Níger no solo mantendrá su título de rey del uranio sino que empezará a disputarle el título del rey del petróleo africano a colosos como Libia o Nigeria. Una oportunidad histórica para el país.

El gobierno del general Tchiani deberá impulsar ese desarrollo y evitar caer en la trampa de muchos líderes africanos, perpetuados en el poder, sin potenciar el desarrollo de sus países. Por lo pronto, las inversiones en salud, educación y la merma de los ataques terroristas en el país, hablan de un país que comienza a estabilizarse, quizá, preparando todo para su tan esperado despegue en un continente llamado a ser protagonista del siglo XXI.

El gran desafío, sin embargo, será alcanzar una mayor redistribución de los ingresos que busquen eliminar las históricas inequidades del país. Níger presenta un futuro demográfico muy prometedor, por lo que un aumento de ingresos generales puede ser muy beneficioso para pensar un futuro donde el país salga del fondo de la tabla de los países menos desarrollados del mundo.

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