Llegaron las festividades de fin de año y con ellas las decoraciones para recibir el 2024. Sin embargo, la mayoría desconoce los efectos de las luces de Navidad en el medio ambiente.
Por Canal26
Viernes 8 de Diciembre de 2023 - 12:20
Como cada 8 de diciembre, muchas familias se reúnen para armar uno de los símbolos más significativos de las festividades de fin de año: el árbol de Navidad. Este árbol, decorado con bolas de colores, guirnaldas y luces se roba la mirada de todo aquel que pase frente a él, ignorando el efecto de las luces en el medio ambiente.
Estas luces no solo son utilizadas para decorar el árbol sino también las casas en general, e incluso comercios, ya que así se busca crear un ambiente más navideño. En los últimos años, las luces LED cobraron protagonismo convirtiéndose en una opción más sustentable para ayudar al ahorro de energía.
Esto se debe a que su ahorro energético es mayor que en otros focos. Sin embargo, las luces LED tienen muchos contras, entre las que aparece su contribución al incremento de la contaminación lumínica estacional que afecta no solo a los animales sino también al descanso de las personas si estas se mantienen encendidas hasta tarde.
De acuerdo con un estudio publicado en Science Advance, la contaminación lumínica crece más de un 2% al año, apoyando la teoría del efecto rebote. Esta idea señala que el objetivo de la “revolución de la iluminación” es reducir el consumo de energía que a su vez podría sufrir un “efecto rebote” de un mayor uso en respuesta a la disminución del costo de luz.
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Según los datos publicados por la Fundación Adeces, cada año la Navidad se extiende más en el calendario provocando que las luces permanezcan encendidas un aproximado de 200 horas durante 35 días, periodo que va del 1 de diciembre al 6 de enero, aunque muchas ciudades y municipios comienzan la decoración con luces mucho tiempo antes.
Si bien cada año surgen nuevas variedades de luces, los expertos aseguran que las luces frías, es decir las blancas, que se instalaron por encima de las antiguas bombillas anaranjadas, son las más contaminantes. Este tipo de luces afectan a la mayoría de las especies y a la regulación hormonal de los humanos ya que sus ondas de color son más cortas y varían más rápido en comparación con las naranjas. Esta dispersión de onda “chocan” con las superficies que se encuentren en su camino en mayor medida y, por tanto, que la sensación de resplandor sea mayor.
En cambio, las luces cálidas afectan a unas pocas especies y hasta pueden ser más eficientes para la visión ya que, históricamente, la luz anaranjada fue el mejor compromiso entre el confort visual y la eficiencia. Esta sería la razón por la cual los diseños de iluminación más agradables eligen colores más cálidos.
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