Brasilia asediada: enfrenta una de las sequías más largas de su historia y focos de incendios

Incendio forestal en el Parque Estatal Guajará Mirim, uno de los focos activos de Brasil. Foto: EFE.

La capital de Brasil, Brasilia, sufre una de las sequías más importantes de su historia al completar este martes 147 días sin lluvias. Esta situación se ve empeorada por la cantidad de incendios forestales de los que se ve rodeada.

La ciudad, inaugurada en 1960, se ve rodeada de una fuerte humareda producto de estos incendios antes mencionados, que dificulta aún más la situación general del aire en esta metrópoli.

Incendios en Brasil. Foto: Reuters.

Es la sequía más larga de la capital brasileña desde 1963, cuando se marcó un récord de 163 días sin llover. De acuerdo a las proyecciones del servicio meteorológico local, este año podría igualarse esa situación o incluso superarse. Por el momento, no se prevén precipitaciones por las próximas dos semanas.

La falta de lluvia y las altas temperaturas hacen un combo difícil de tolerar en esta urbe. La humedad del aire se posiciona en números escasos, en torno al 7%.

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Brasil combate los incendios forestales

Alrededor de la capital, grupos de bomberos se alistan a combatir los incendios forestales que tienen cuatro focos activos, desatados en el Parque Nacional de Brasilia, una reserva de unas 9.500 hectáreas, las cuales un 30% se ve afectada por las llamas. 

Incendios en Brasil. Foto: Reuters.

Afortunadamente, para este martes, los incendios se veían controlados en un porcentaje importante, pero los focos activos con el accionar del viento generan una situación compleja, incrementada por la falta de lluvias. El denso humo es una de las características actuales que cubren a la ciudad y alrededores, que incluso llega hasta la Explanada de los Ministerios, el centro político de Brasilia, donde se erigen todos los edificios del Gobierno, el Parlamento y la Corte Suprema.

Cabe resaltar que la sequía es habitual en esta época del año en esta región, pero la de 2024 se presenta como una de las más extremas y afecta a más de la mitad del enorme territorio brasileño.

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Las regiones más afectadas son los diversos biomas de la Amazonía, la sabana del Cerrado y el Pantanal.

Entretanto, tanto en Brasilia como en el resto del país, se sospecha que los incendios fueron provocados (al menos la mayoría de ellos), lo que hizo que la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, denunciara la situación como "terrorismo climático".