Justo Ilarraz, el cura argentino condenado por múltiples abusos de niños, fue echado por el papa Francisco

Ilarraz, condenado en 2018 a 25 años de prisión por abusos sexuales a menores ocurridos en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo de Paraná, permanece bajo arresto domiciliario.

Por Canal26

Jueves 12 de Diciembre de 2024 - 15:16

El sacerdote Justo José Ilarraz, ingresa al Tribunal de Paraná. Foto: Infobae El sacerdote Justo José Ilarraz, ingresa al Tribunal de Paraná. Foto: Infobae

Justo José Ilarraz fue expulsado del estado clerical por la Iglesia Católica, la medida fue dispuesta por el Papa Francisco y la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano. La decisión se produjo tras una serie de apelaciones a las sanciones canónicas impuestas en Argentina, que llevaron el caso hasta la Santa Sede.

Actualmente Ilarraz, condenado en 2018 a 25 años de prisión por abusos sexuales a menores ocurridos en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo de Paraná, permanece bajo arresto domiciliario mientras la Corte Suprema de Justicia de la Nación evalúa un recurso relacionado con la prescripción de los delitos.

La Iglesia había impulsado una sanción canónica en su contra. Ilarraz, quien había sido trasladado al Obispado de Concepción, Tucumán, luego de ser expulsado en 1995 de la Arquidiócesis de Paraná tras una investigación interna ordenada por el entonces arzobispo emérito Estanislao Esteban Karlic, recibió este miércoles 11 la notificación formal de su expulsión del estado clerical por parte del Vaticano.

José Justo Illarraz. Foto: imagen de archivo de La Gaceta José Justo Illarraz. Foto: imagen de archivo de La Gaceta

El Papa Francisco asiste a la santa misa y beatificación de Ana de Jesús en el estadio Heysel de Bruselas, Bélgica, el 29 de septiembre de 2024. EFE

Te puede interesar:

"Que se juzgue al abusador": el papa Francisco exigió a los obispos que no encubran los abusos en la Iglesia

Aberrantes detalles del caso

Según los testimonios de las siete víctimas denunciantes de Ilarraz ante la Justicia penal entrerriana (se estima que hubo más de 20, pero la mayoría no se sumó a la causa), el ahora ex sacerdote cometió las violaciones entre 1988 y 1992.

El expediente que concluyó con su condena incluye decenas de ocasiones de abuso en distintos lugares dentro y fuera del Seminario: en la propia habitación de Ilarraz, en el pasillo que unía su despacho con la habitación, en las camas de los seminaristas del pabellón donde dormían, en el baño de ese mismo lugar, en un departamento de Paraná del que se desconoce domicilio y hasta en una carpa de un campamento en un convento de monjas de la ciudad de Córdoba.

Según declaraban las víctimas en el juicio, antes, durante o después de abusarlos, Ilarraz intentaba normalizar las violaciones y les pedía que guarden el secreto. “Lo que pasaba entre ellos era normal, eran cosas de amigos, que entre amigos no había nada malo en demostrarse afecto y que besarse en la boca era una muestra de una amistad profunda”, recordaba uno de los declarantes. Las víctimas tenían entre 12 y 15 años.

Las violaciones del cura se terminaron en 1992 cuando algunas víctimas contaron fuera del Seminario lo que les hacía. Uno de los adolescentes se lo informó al propio arzobispo de entonces en Paraná, Estanislao Esteban Karlic.

Notas relacionadas