Desayuno o merienda proteica: cómo hacer huevos revueltos cremosos y deliciosos en tan solo 5 minutos

Huevos revueltos. Foto Unsplash.

Un plato que ganó mucha popularidad en los últimos años son los huevos revueltos, ideales para un desayuno o una merienda bien proteica y para acompañar cualquier comida haciéndola supercompleta y nutritiva. Si bien parece una receta fácil, hay algunos secretos para darles una textura única y un sabor inigualable.

Para preparar esta sencilla receta de huevos revueltos, no se necesita nada más que los ingredientes que hay en casa: huevos, queso, aceite, sal, y pimienta. También, para darles más sabor, se recomienda agregar ajo en polvo o acompañar con jamón cocido, tomate, lechuga, palta, tostadas, cebollas caramelizadas e infinitas variantes.

El truco para que los huevos queden cremosos. Foto Unsplash.

El secreto de esta receta se encuentra en el queso en hebras, lo que le aportará una cremosidad única y hará que todos los que prueben el plato te pregunten el paso a paso. Se puede reemplazar por queso mantecoso o en fetas y quedará con la misma consistencia. Otra opción es ponerles manteca en lugar de aceite.

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La receta definitiva para que los huevos revueltos te quedan cremosos

Ingredientes

• 2 huevos
• Queso en hebras, cantidad necesaria
• Sal, pimienta y ajo en polvo a gusto
• Aceite de girasol, rocío vegetal, aceite de oliva o manteca para que queden más cremosos.

La receta definitiva para que los huevos revueltos te quedan cremosos. Foto Unsplash.

Paso a paso

• Colocar dos huevos en una sartén antiadherente con una capa fina de aceite.
• Revolver la clara sin romper las yemas.
• Romper la yema y continuar mezclando.
• Añadir la cantidad de sal y pimienta que desees.
• Para darle un sabor único, añadir ajo en polvo.
• Por último, agregar queso en hebras. Este ingrediente le dará el toque cremoso que estás buscando.

Con esta simple receta, en solo 5 minutos, ya tenés unos deliciosos huevos revueltos, ideales para el desayuno, la merienda o acompañar cualquier comida. No solo se pueden disfrutar dentro de casa, sino que también los podés guardar en un tupper y llevar a cualquier lado.