Aunque la viruela símica y el herpes zóster pueden parecer similares a primera vista, sus diferencias en el origen viral, los síntomas y la transmisión son notables.
Por Canal26
Lunes 9 de Septiembre de 2024 - 12:57
En las últimas semanas, aumentó la discusión sobre la viruela del mono y su supuesta similitud con el herpes zóster. Sin embargo, estas dos enfermedades, aunque a veces son confundidas, presentan diferencias tanto en su origen como en sus manifestaciones clínicas.
La viruela símica, conocida también por su abreviatura MPOX (de "monkeypox"), es causada por un virus del género Orthopoxvirus. Este virus es estrechamente relacionado con el virus de la viruela humana, que fue erradicado a nivel mundial en la década de 1980.
En contraste, el herpes zóster es causado por el virus Varicela-zóster, el mismo que causa la varicela, y se manifiesta cuando este virus se reactiva en personas que previamente sufrieron de esta infección.
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Los síntomas de la viruela del mono incluyen la aparición de pústulas características, que evolucionan desde vesículas llenas de pus hasta úlceras y costras. Estas lesiones pueden aparecer en diversas partes del cuerpo, pero suelen concentrarse en el rostro y las manos, especialmente en niños que estuvieron en contacto con mamíferos silvestres portadores del virus.
En cuanto a su impacto, la viruela símica presenta una mortalidad aproximada del 10% en su forma más grave, aunque la tasa de mortalidad puede variar según el clado del virus. Por su parte, el herpes zóster se distingue por una dolorosa erupción en la piel, que generalmente sigue el trayecto de un nervio, como los intercostales o el nervio ciático.
Los síntomas de la viruela del mono incluyen la aparición de pústulas.
Las ampollas del herpes zóster tienden a agruparse en racimos y, al secarse, forman costras. Esta erupción suele estar acompañada de dolor intenso, y la complicación más común es la neuralgia postherpética, un dolor persistente que puede durar meses después de que las ampollas hayan sanado.
La transmisión de la viruela símica se da principalmente a través del contacto directo con las lesiones de una persona infectada o con superficies contaminadas. Además, el contacto estrecho o sexual puede ser una vía de transmisión, especialmente en el caso del clado 2, que fue identificado en varios brotes recientes.
En contraste, el herpes zóster no es contagioso en el sentido tradicional, pero el virus Varicela-zóster puede ser transmitido a través del contacto directo con las ampollas de una persona con herpes zóster, causando varicela en individuos no inmunizados.
Las poblaciones en riesgo de padecer herpes zóster son numerosas
Según la Dra. Elena Obieta, jefa del Servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isidro, “Las poblaciones en riesgo de padecer herpes zóster incluyen a personas inmunodeficientes, pero también a diabéticos, personas con artritis reumatoide o lupus".
"También presentan riesgo aquellas personas que sufren enfermedades inflamatorias intestinales crónicas como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, personas con VIH, trasplantados y personas mayores de 60 años debido a un fenómeno llamado inmunosenescencia", agregó la profesional.
En contraste, la viruela del mono, particularmente el clado 2, está más presenta y es transmitida por contacto íntimo o estrecho. Aunque actualmente no hay una vacuna específica contra la viruela símica, se está trabajando en el desarrollo y distribución de vacunas para las poblaciones más vulnerables.
“En el caso del MPOX, en África, los niños, las mujeres y especialmente las embarazadas tienen factores de riesgo que pueden agravar la enfermedad. Para el clado 2, que es el que actualmente circula en Argentina, la experiencia de 2022 muestra que la gran mayoría de los afectados fueron hombres que tienen sexo con hombres o personas con antecedentes de sexo casual, múltiples parejas, sexo grupal, etc.”, concluyó Obieta.
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El tratamiento para el herpes zóster incluye antivirales como el aciclovir, que deben administrarse lo antes posible para reducir la duración y severidad de la enfermedad. Las lesiones deben mantenerse secas y protegidas para evitar infecciones secundarias. La vacunación contra el herpes zóster es eficaz y recomendada para las personas en riesgo.
Para la viruela del mono, aún no existe un tratamiento específico aprobado, y la prevención se basa en evitar el contacto con individuos infectados y sus pertenencias. La vacunación contra la viruela símica está en desarrollo, con esfuerzos internacionales para proveer acceso a las vacunas en áreas de alto riesgo.
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