Jorge González se destacó en la LNB a tal nivel que fue el primer argentino elegido para la NBA pero no logró debutar por problemas con su físico. Antes de morir en la pobreza, brilló en la lucha libre y hasta actuó en la recordada Baywatch.
Jorge González nació el 31 de enero de 1966 en El Colorado, Formosa. Durante sus primeros años, su alta estatura hacía que llame la atención por sobre el resto. Esta "diferencia" marcaría su vida: desde el brillo en el básquet y la lucha libre al final de su vida cuando apenas tenía 44 años.
La información que aparece desde su tierra natal indica que cuando era un adolescente su altura superaba los 1.85 metros, mientras que su peso estaba por sobre los 90 kilos. Más allá de no tener conocimiento sobre el básquet, un breve encuentro con un buscador de talentos le abrió la puerta a una serie de oportunidades de destacarse.
Desde allí, González pudo -o le tocó– vivir varias vidas en una misma. Se destacó en la Liga Nacional de Básquet, fue el primer argentino seleccionado para jugar en la NBA, probó suerte con la lucha libre en Estados Unidos y hasta actuó en Baywatch con Pamela Anderson. Cada proceso en el que participó, lo hizo a cuestas de los dolores en su cuerpo y la pelea con su peso, producto de la acromegalia y la diabetes que terminaron con su vida.
Te puede interesar:
Gregg Popovich, histórico entrenador de Ginóbili en los San Antonio Spurs, sufrió un "leve derrame cerebral"
Primero pasó por el club Hindú de Chaco, donde tuvo que esperar algunos días para empezar a entrenar con sus compañeros por no tener zapatillas para su talle, 56. Al poco tiempo, dio el salto a Gimnasia y Esgrima de La Plata para seguir su formación, hasta que fue contratado por el Sport Club Cañadense.
Su llegada fue pedida por León Najnudel y significó su debut en la LNB, competencia en la que es considerado el jugador más alto de la historia con sus 2,20 metros aproximados de estatura. Su inicio en dicho club tuvo la constante de su carrera: las lesiones. En el primer año, el “Gigante” solo pudo disputar cuatro partidos debido a una afección en la rodilla. De todos modos, en Sport Club se vio su mejor versión en lo deportivo que despertó la atención a nivel internacional.
En junio de 1988 se celebró el draft de la NBA de aquella temporada. Tras ser observado en algunos partidos locales y con la Selección Argentina, los Atlanta Hawks lo seleccionaron para su equipo, lo que lo convirtió en el primer basquetbolista en ser elegido para la liga estadounidense. Lejos de concretar un debut, complicaciones físicas y un exceso de peso no le permitieron jugar en el equipo en su breve estadía. Su carrera ligada a la pelota naranja duró apenas cinco años debido a una propuesta que, ante su situación en Estados Unidos, tenía sentido.
Te puede interesar:
Chapu Nocioni en su pueblo: entre la admiración de los chicos a la emoción pensando en el reencuentro de los campeones olímpicos
El salto fallido a la NBA le brindó una llamativa oportunidad en lo laboral. Jorge González encontró un impulso para probar suerte en la lucha libre, principalmente, en el dinero. Tras crecer en condiciones poco favorables en Formosa, tenía ante él un contrato que indicaba que, solo por probarse durante tres meses, recibiría 30.000 dólares. Así, se convirtió en parte de la World Championship Wrestling (WCW), la empresa que lideraba Ted Turner, y debutó en 1990.
Esta vez, su altura y su peso le jugaron a su favor para desempeñarse dentro de un ring. Durante su paso de tres años en la compañía, se llevó millonarias cifras y se dio el lujo de enfrentar a leyendas de la disciplina como Ric Flair, Sting y Dustin Rhodes bajo el nombre de “El Gigante”. Finalmente, fue despedido de WCW en 1993 y pasó a la World Wrestling Federation (WWF, actual WWE).
La estadía en WWF fue de apenas ocho meses. Si bien el contrato era notablemente más bajo por su participación en los programas, peleó en la novena edición de Wrestlemania, considerado el evento más importante en la lucha libre a nivel mundial. Incluso compitió ante The Undertaker, uno de los personajes más icónicos de la historia en el universo del wrestling.
Mientras su cuerpo sufría los golpes y el avance de su enfermedad, la irregular y poca relevancia en la firma le ofrecieron oportunidades como actor en diversos proyectos. La más recordada es su actuación en un capítulo de “Baywatch”, donde pudo conocer a Pamela Anderson. “Tomé un café con ella. Ella pasó, me vio, me dijo que había escuchado hablar de mí y nos tomamos un café. Estuvo bien”, recordó en una entrevista entre risas. Sin embargo, el estrellato comenzaba a apagarse y el camino se achicaba para González.
Te puede interesar:
Video: una exjugadora de básquet fue asesinada a disparos tras atacar a un policía con un cuchillo
El formoseño terminó su época de ganancias ostentosas, viajes por el mundo gracias a la lucha e incluso momentos con las mujeres que quiso, según lo que declaró él mismo. Era 1996 y había regresado a Argentina debido a un coma diabético en la previa de una pelea en Japón. En su búsqueda por intentar volver al básquet, los estudios arrojaron resultados preocupantes para su salud.
Apenas tenía 30 años cuando los médicos le aconsejaron operarse de urgencia para frenar la glándula Hipófisis y que la diabetes no siga avanzando. Sin embargo, desistió de la idea y tampoco cumplió con los cuidados que le sugirieron. A los pocos años, tal como le habían pronosticado, ya no podía moverse por sus propios medios producto de la acromegalia que sufrió desde adolescente. Dicha enfermedad es causada por la secreción excesiva de la hormona del crecimiento.
Las cámaras ya no estaban con él y ya no tenía dinero para los medicamentos ni para mantenerse. Incluso, según reveló en una entrevista antes de morir, pensó seriamente en el suicidio a raíz de los dolores y las complicaciones para moverse. Existieron campañas por parte de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), notas pagadas y hasta donaciones por parte de celebridades. De todos modos, ya era tarde ante la velocidad de sus enfermedades.
Jorge “Gigante” González murió a los 44 años, el 24 de septiembre de 2010. Su final tuvo más coincidencias con el inicio de su vida que con la rafaga de popularidad y dinero que lo atravesó gracias al básquet y a la lucha libre. El basquetbolista falleció en un hospital de San Martín, Chaco, rodeado de su familia, en la pobreza y lejos de la popularidad que mantuvo por unos pocos años en el exterior pero que logró dejar una marca en el deporte.
1
Insólito viral en Vélez: una señora y un nene forcejearon entre insultos para quedarse con una camiseta de Bouzat
2
El futuro de Franco Colapinto mantiene expectante a la Fórmula 1: "Pueden ser mis últimas tres carreras"
3
Dos amigos de Messi pican en punta para dirigir al Inter Miami: el DT argentino que podría suceder a Martino
4
Quién es Flavio Briatore, la figura que podría ser clave para que Franco Colapinto continúe en la Fórmula 1 en 2025
5
Escándalo en la Fórmula 1: un piloto estuvo a punto de ser deportado tras llegar a Estados Unidos para el GP de Las Vegas