Inflación: conocé los precios más insólitos de la Argentina, distorsión de precios relativos

La inflación afecta al precio de productos y servicios del mismo modo y el impacto es más claro en el consumo masivo, y muy especialmente en el rubro de alimentos y bebidas.

El aumento de precios lleva directamente a una marcada distorsión de precios relativos. Así las cosas, por ejemplo eso pued explicar por qué en Argentina un pebete de jamón y queso en un kiosco puede valer $50 en promedio y en ese precio se ve reflejado más el costo del queso (54%) que el del jamón (46%).

Claro que lo que para muchos puede ser algo increíble, en realidad se puede comprobar de manera efectiva en las góndolas. Los 180 gramos de queso Danbo de primera marca tienen un precio de $112 promedio, en tanto que los 180 gramos de jamón cocido natural en fetas se compra a $99.

Los lácteos, afectados por la baja demanda de China, fueron también influidos por el clima local y la alta presión impositiva, lo cual explica que para producir un kilo de queso se necesiten 10 litros de leche fluida. En 2018, el precio del litro de leche aumentó 40%, por abajo de la inflación del año.

Y hay casos similares y llamativos para detectar ese increíble desfasaje de precios. Por ejemplo cuando se compra un pancho en la calle o en un estadio. Tomando un precio promedio de $70, el 56% equivale al precio del pan y el 44% que queda, al de la salchicha. En hipermercados, un paquete de salchichas tipo viena de segunda marca de seis unidades puede comprarse por $28 promedio; aunque el de seis, $36.

Durante 2018, la harina suma en total un aumento de precio del 115%, 68% arriba de la inflación que el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA proyectó para este mismo año. De acuerdo a lo injformado por Consumidores Libres, la harina es lo que más subió, detrás del té en saquitos (140%).

En ese informe, incluyeron más productos que superaron la inflación del INDEC: el kilo de arroz fino aumentó 107% entre enero y los primeros quince días de diciembre; el kilo de pan, 94%; la docena de huevos, 92%; los fideos por 500 gramos, 91%; y el litro y medio de aceite 73%.

Así, el costo de un plato de espaguetis con queso también muestra una distorsión: los 500 gramos de tallarines de primera marca se compran por $45 y los 150 gramos de queso rallado están en torno a $107. Dicho de otro modo, los fideos dan excusa solo el 30% del precio final de un plato de fideos.

Para el economista Javier Milei, “la distorsión de los precios en la economía se explica por la presencia de déficit fiscal. Eso no solo afecta a los precios relativos desde el gasto, si no que también influye cómo se financia ese gasto”.

Y agrega Milei: “Si un comerciante cobra $100 por un producto, cuando se da vuelta para pagarle a su proveedor solo tiene $50. Y cuando ese quiere pagarle a otro, ya tiene un 50% menos ($25) para pagar por el resto de los insumos. Y así sucesivamente hasta que el último de la cadena, que debería ser el productor, recibe $5,125”.