Con la seguridad de que se convertirá en una de las más vistas de la plataforma, recomendamos ver en buena compañía De vuelta a la acción (Back in action), un largometraje que le da una vuelta de tuerca a las historias de acción que involucran a familias.
Si bien su carrera en películas de acción se consolidó con la saga de Los Ángeles de Charly, Cameron Diaz pasó bastante tiempo sin dedicarle espacio laboral a este género tan exigente. La vida de esposa y madre la llevó por caminos más tranquilos después de haber protagonizado en 2010 Encuentro Explosivo junto a Tom Cruise, y de estar en El Avispón Verde en 2015. Ahora vuelve, diez años después, a tirar patadas de karate, dominar a hombres fuertes y musculosos con apenas una mano y a reaccionar rápido ante una posible amenaza en una película de Netflix cuyo nombre no es casual: De vuelta a la acción. Casi dos horas de pura acción que se estrenan este viernes 17 de enero en la plataforma.
Los responsables de su regreso son su compañero de elenco Jamie Foxx, que es productor ejecutivo, y el director y guionista Seth Gordon, quien tuvo un pasado en series de comedia populares. El argumento de este nuevo y muy dinámico largometraje es simple, pero no por eso menos efectivo: Emily y Matt renunciaron hace años a ser espías de la CIA para formar una familia. Lo lograron desapareciendo de la faz de la tierra. Pero cuando se descubre que están vivos, se ven arrastrados de nuevo al mundo del espionaje. Padres de dos adolescentes y distanciados de la madre de ella, librarán una batalla que pone en vilo a la familia.
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La película, como era de esperarse, está plena de acción y aprovecha el elenco de caras conocidas para hacerlos cumplir roles distintos a los que los popularizaron. Como la excelente Glenn Cloose, a quien vemos aquí encarnando a una agente del MI6 jubilada, capaz de accionar armas de grueso calibre, pelear como cualquier otro colega y a la vez enamorada de un aspirante a espía bastante tonto, que está encarnado por el siempre efectivo Jamie Demetriou.
También está Andrew Scott (el de la serie Ripley), muy compuesto en un personaje que tiene una vuelta de tuerca hacia el final. Incluso Kyle Chandler es capaz de sacarle el jugo a su cambiante rol. Lo cierto es que la historia no para un momento mientras sigue a este matrimonio y a sus hijos (ignorantes del pasado de los padres) en unos pocos días de carrera contra el tiempo. Jornadas en las que los adolescentes comienzan a ver a sus progenitores de otra manera.
O sea que la película no sólo tiene acción, tiros, persecuciones, peleas y muchas explosiones, sino que también aparece un costado sentimental que termina completando esa parte de diversión pura. Y una gran dosis de humor para amalgamar su atractivo para el gran público.
Diaz y Foxx están muy bien, creíbles, dinámicos y en buen estado físico. Esta película es para pasar una noche pochoclera, verla de un tirón y disfrutar con los diálogos ingeniosos, la alusión a Messi y las toneladas de acción que entrega.
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