A los 93 años, murió Pablo Novak, el último habitante de Villa Epecuén

El mítico pueblo balneario quedó en ruinas tras una dramática inundación que lo mantuvo bajo el agua durante 7 años.

Por Canal26

Lunes 22 de Enero de 2024 - 16:10

Pablo Novak, el último habitante de Villa Epecuén. Foto:NA Pablo Novak, el último habitante de Villa Epecuén. Foto:NA

Murió Pablo Novak, el último habitante del pueblo fantasma de Villa Epecuén, el cual fue arrasado por una potente inundación en 1985 y quedó sepultado bajo siete metros de agua.

“Hoy es un día para decir adiós, aunque no sé si a las leyendas se las despide. Don Pablo Novak, así: sonriente, entusiasta, siempre dispuesto a largas charlas y relatos de anécdotas quiero recordarte”, expresó Javier Andrés, el intendente de Adolfo Alsina, localidad donde se encontraba el pueblo.

Novak falleció a los 93 años y era la única persona que vivía en las ruinas de Villa Epecuén, dónde realizaba trabajos como custodio de los escombros que día a día son visitados por los turistas.

Pablo Novak, el último habitante de Villa Epecuén. Foto:NA Pablo Novak, el último habitante de Villa Epecuén. Foto:NA 

Por su arduo trabajo y nunca abandonar el pueblo que años atrás supo ser un prestigioso balneario, en 2020 el Municipio lo nombró Embajador Cultural y Turístico del distrito.

“Así, recorriendo Epecuén en tu bicicleta, leyendo el diario en una esquina de las ruinas, compartiendo como guía tus experiencias con los turistas y los periodistas de todos lados que preguntaban por El Último Habitante de Epecuén. Así todos vamos a recordarte”, manifestó con tristeza Andrés.

Villa Epecuén, el pueblo que se inundó. Foto: NA Villa Epecuén, el pueblo que se inundó. Foto: NA 

Históricas inundaciones en Viena, Austria. Foto: Reuters.

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La inundación de Villa Epecuén

En la década de los 70, el pequeño pueblo balneario de Villa Epecuén recibía 25 mil turistas durante la temporada de verano. Era el destino ideal para pasar las vacaciones y contaba con 6 mil plazas hoteleras y 250 establecimientos comerciales.

En aquel entonces, el pueblo tenía solo 1.200 habitantes y era el pueblo perfecto para vacacionar por su tranquilidad y por tener aguas hipersalinas, que son consideradas curativas.

Villa Epecuén, el pueblo que se inundó. Foto: NA Villa Epecuén, el pueblo que se inundó. Foto: NA 

Sin embargo, este paraíso quedaría en ruinas durante una dramática inundación del Río Salado que en 1985 dejó al pueblo bajo el agua durante 7 años.

Mucho tiempo después del desborde, las aguas comenzaron a bajar dejando al descubierto las ruinas de lo que alguna vez fue el balneario más popular de la región y volviéndolo un pueblo fantasma que recibe miles de turistas año tras año.

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