Fue violada por un cura, la obligó a abortar y ya no puede tener hijos

Denise Buchanan fue a la cumbre antipederastia del Vaticano y reveló su dura historia buscando sanciones contra los abusos en la iglesia.

"Un cura me violó cuando tenía 17 años", contó entre lágrimas la mujer que hoy tiene 57 años.

Más adelante, reveló que la obligaron a abortar y que por esa causa ya no pudo tener hijos.

Pese a sus interminables reclamos y a la lucha de toda una vida, su agresor nunca fue condenado explicó en una entrevista porterior a la AFP.

Según relató, su abusador fue un cura que pertenecía a la Congregación de la Pasión, también denominados pasionistas: El día en que la violó, "fue como si algo murió dentro de mí", afirmó.

Más tarde, la mujer descubrió que estaba embarazada y que el sacerdote organizó un aborto clandestino. 

Pero la historia no terminó allí. El cura le dijo que la "amaba" y le pidió que tomara anticonceptivos. "Obedecí como un robot; venía a mi habitación en la universidad para tener relaciones sexuales (...) o me hacía ir al presbiterio de la iglesia". "Ya nada me importaba", explicó la mujer entre lágrimas.

Años más tarde, a los 21 volvió a quedar embarazada: "Me dijo que lo que más quería en el mundo era seguir siendo cura", por lo que volvió a practicarse un aborto.

Después de un tiempo, la mujer obtuvo una visa para ir a estudiar a Canadá donde comenzó terapia para "recuperar su identidad y autoestima" para más tarde lograr escribir un libro con su historia.

En el año 2017 y cansada de que nadie escuche sus denuncias y haga algo, la mujer decidió presentar una demanda contra el sacerdote. En noviembre de 2017, durante una reunión en Jamaica entre Denise, el actual arzobispo de Jamaica, abogados y el cura en cuestión, éste "admitió que tuvo relaciones sexuales con ella y que la dejó embarazada, pero negó haberla violado y haber organizado un aborto", reveló Denise.

En ese marco, su abogado envió recientemente una carta a la arquidiócesis "para exigir una compensación por los daños emocionales, físicos y espirituales" pero nadie respondió y desde su encuentro con él en 2017, el cura "abandonó su última parroquia". "Nadie sabe dónde está", afirmó.

La mujer sigue su combate dentro de una organización llamada "Ending Clerical Abuse" (ECA -"Para poner fin a los abusos del clérigo"), una iniciativa mundial que reúne a víctimas de 21 países diferentes, que luchan contra los crímenes sexuales en el seno de la Iglesia católica.