Lula da Silva garantizó el aumento permanente del salario mínimo a partir de 2024

Lula da Silva. Foto: Reuters

Lula da Silva puso su firma, con previo aval del Congreso, para que el salario mínimo en Brasil se reajuste en función de la inflación anual y la variación positiva del producto interior bruto (PIB). Gracias a esta ley, también se exime del pago sobre el impuesto a la renta a aquellas personas que reciben menos de 2.112 reales al mes, siendo que anteriormente el límite era de 1.904 reales.

Lula da Silva. Foto: Reuters.

Con esta iniciativa, el gobierno de ese país pretende mantener el poder adquisitivo de los brasileños, después de varios años de pérdida real luego de la pandemia de la covid-19, y eventualmente aumentarlo, en caso de que la economía esté en fase expansiva.

 Luiz Marinho, ministro de trabajo, afirmó que la nueva política de revalorización del salario mínimo impactará directamente a unos 25 millones de personas y estimulará la actividad económica del país. Por su parte, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, no fue tan optimista y reconoció que el aumento establecido para este año es "poco", aunque lanza una "señal clara" e "importante" de que el "trabajador está en el centro de las atenciones del Gobierno".

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Impuesto para los "superricos" y los fondos en el exterior

El gobierno brasileño envió al Congreso una propuesta que incluye un impuesto del 15 al 20 % para los llamados "superricos" y un tributo al capital de los residentes brasileños en el exterior. Estas medidas que apuntan a las grandes fortunas se enmarcan dentro de la estrategia del Gobierno federal por aumentar la recaudación y así poder equilibrar las cuentas públicas del país.

La propuesta de Lula de incluir un nuevo impuesto a los más ricos del país, establece el cobro dos veces al año del tributo con el que se espera recaudar alrededor de 24.000 millones de reales entre 2023 y 2026. Además, se incluyó una rebaja, con una tributación del 10 % frente al 15 % mínimo previsto en la legislación propuesta, para aquellos que opten por empezar a pagar este año. Los cálculos oficiales estiman que serán 2.500 los brasileños alcanzados con este impuesto.

Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Foto: EFE.

Respecto al proyecto de ley que prevé la tributación anual de los rendimientos de capital brasileño ubicados en el exterior, incluidos los paraísos fiscales, se establece un impuesto anual progresivo de hasta el 22,5 %. Actualmente, el capital en el extranjero solo tributa cuando se rescata y vuelve a Brasil.

El ministro de Hacienda afirmó que ambas tributaciones no se relacionan con un "revanchismo", sino con acercarse a las prácticas ya adoptadas por algunos de los países más desarrollados. "Aquí no hay un sentimiento que no sea el de la justicia social. Esa es la determinación del presidente y de todos los ministros: traer a Brasil las mejores prácticas internacionales" para tener un país que se desarrolle de forma sostenible, "desde el punto de vista fiscal, social y ambiental", declaró.