Por una lapidaria frase de Trump, renunció el candidato republicano a presidir la Cámara de EEUU

Donald Trump. Foto: Reuters.

El congresista Tom Emmer renunció a presidir la Cámara de Representantes de Estados Unidos, a pesar de haber sido el más votado en una elección intrapartidaria, luego de recibir la oposición de los dirigentes más radicales del partido, por no ser "lo suficientemente conservador".

Entre los más críticos de su designación se encontraba el expresidente Donald Trump, quien aseguró: "Tengo muchos amigos maravillosos que quieren presidir la Cámara y algunos de ellos son grandes guerreros. Pero el falso republicano Tom Emmer, a quien no conozco bien, no es uno de ellos".

Tom Emmer. Foto: EFE

Emmer es mirado con recelo por muchos integrantes de su formación política, debido a diversas iniciativas que apoyó que no coinciden con el pensamiento republicano típico: reconoció la victoria electoral del presidente Joe Biden frente a Trump, respaldó un proyecto para evitar un cierre de gobierno y está a favor del matrimonio homosexual, entre otros.

Ante la gran cantidad de integrantes de su fuerza que le hubieran dado la espalda y no lo votarían como presidente de la Cámara, Emmer no contaba con posibilidades de superar la votación prevista en el pleno. De este modo, se convirtió en el tercer nominado de los republicanos a presidir la institución que fracasa por fractura interna del partido.

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Crisis en el legislativo estadounidense

Los demócratas critican que los conservadores convirtieron el Legislativo en un circo porque, hasta que no elijan un nuevo presidente de la Cámara, no se pueden aprobar nuevas resoluciones o proyectos de ley.

Esto se debe a que el Partido Republicano goza de una mayoría en la Cámara y el cargo de "speaker", como se conoce en inglés al presidente de la Cámara de Representantes, está vacante desde que el también republicano Kevin McCarthy fue destituido el 3 de octubre tras una moción del ala más dura del partido.

Kevin McCarthy. Foto: EFE

Steve Scalise también había sido nominado, aunque nunca llegó a someterse a una votación en el pleno por falta de apoyos, mientras que Jim Jordan, quien lo sucedió como candidato, se retiró de la contienda luego de perder tres elecciones generales en las que varios legisladores de sus propias filas le dieron la espalda.

Los republicanos tienen en la Cámara una estrecha mayoría de 221 legisladores frente a los 212 de los demócratas, por lo que el aspirante a "speaker" no puede permitirse perder más de cuatro votos de su propia fuerza política.