¿Quién se beneficia con la ruptura del acuerdo de granos?

La decisión adoptada por el gobierno ruso el pasado 17 de julio de no renovar el acuerdo que permitía el transporte de granos por el Mar Negro, vuelve a poner a los alimentos en el centro de la escena.

Por Mauro Labombarda y Matías Tullio

Viernes 4 de Agosto de 2023 - 13:22

Acuerdo de granos. Foto: Reuters. Acuerdo de granos. Foto: Reuters.

Tras la cancelación del acuerdo del Mar Negro se produjo un ataque militar ruso contra las instalaciones de los puertos de Odessa y Reni desde donde se exportan los granos de Ucrania, destruyendo miles de toneladas de cereales.

Esto llevó al Papa Francisco a instar a la Federación Rusia para que “se restablezca la iniciativa del Mar Negro y el grano pueda ser transportado con seguridad". Un reclamo que nos advierte sobre las graves consecuencias humanitarias que puede tener la decisión rusa.

Destrucción del puerto de Odesa. Foto: Reuters Destrucción del puerto de Odesa. Foto: Reuters 

Pero además de potenciales hambrunas, especialmente en el continente africano, esta situación tiene también consecuencias geopolíticas.

Los acontecimientos revelan que el alimento se ha transformado en un verdadero instrumento del conflicto que domina el escenario global. Pensemos un segundo, ¿quiénes son los beneficiados y quiénes los perjudicados por esta decisión?

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El aumento de los precios de los granos, derivado de la guerra, benefició a los países productores, en particular a Rusia y los EEUU, y perjudicó a los importadores como China y la UE. Cuestión que nada tiene de nueva. Desde el momento en que China decidió desafiar la hegemonía norteamericana, sabía que su proyecto tenía un talón de Aquiles: los alimentos.

Rusia pone fin al acuerdo de granos. Foto: Reuters. Rusia pone fin al acuerdo de granos. Foto: Reuters.

Vladimir Putin y Viktor Orbán. Foto: EFE.

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China necesita alimentos

En efecto, China carece de soberanía alimentaria, es decir, no produce la cantidad suficiente de alimentos para abastecer a su población. Esta carencia se agrava aún más a medida que la población rural, que se autoabastecía, migra a las grandes ciudades. Cuanto más crece su urbanización e industrialización más aumenta también su dependencia en este vital aspecto. Por esto, en las últimas décadas China se ha convertido en el mayor importador de granos del mundo.

Al mismo tiempo, Estados Unidos es uno de los mayores exportadores de alimentos y además son quienes regulan el precio del grano a través del Mercado de Chicago.

Cosecha de cebada en la región de Odesa, Ucrania. Foto: Reuters Cosecha de cebada en la región de Odesa, Ucrania. Foto: Reuters

Guerra Rusia-Ucrania. Foto: Reuters

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La geografía impone sus rígidas condiciones a la política internacional

Sin embargo, China no se quedó de brazos cruzados y buscó eludir esa dependencia. Como parte de su estrategia, a fines de 2013, compró más de 3.000.000.- de hectáreas cultivables en Ucrania, casi el 10% de sus tierras cultivables, precisamente en la región de Dnipropetrovsk, ubicada en el sudeste del país. Se trató sin dudas de una operación de una magnitud nunca vista que significó un desembolsó superlativo para China, pero la suerte no estuvo de su lado.

A los pocos meses empezaron en Ucrania las revueltas por la posible asociación con la UE que generaron enfrentamientos civiles, la destitución del gobierno y finalmente la intervención militar rusa, justamente en el sudeste de Ucrania.

Los EEUU guardaron un llamativo silencio ante esa acción rusa, limitándose a meras declaraciones y sanciones insustanciales. Pero allí no terminó el asunto. Los conflictos armados se sucedieron en esa región durante varios años hasta febrero de 2022, cuando Rusia decidió invadir Ucrania.

Nuevamente entonces los conflictos desatados por Rusia afectaban, esta vez con mayor intensidad, la producción y el comercio de granos, generando la volatilidad de los precios y un claro perjuicio para los importadores como China y la UE.

Sin embargo ahora, con la cancelación del acuerdo del Mar Negro ya no se trata de una simple cuestión de costos, porque no está solamente en juego el aumento de precios – que ha sido considerable – sino algo mucho más grave: lo que no pueden asegurarse China y UE es la efectiva provisión de granos y entonces lo que se compromete es su seguridad alimentaria

¿Dónde queda entonces la supuesta amistad “sin límites” entre Rusia y China anunciada por Xi Jinping y Vladimir Putin una semana antes que comenzara la guerra? ¿La Guerra de Ucrania le trajo beneficios o perjuicios a China?

Vladimir Putin, presidente de Rusia y Xi Jinping, presidente de China. Foto: Reuters Vladimir Putin, presidente de Rusia y Xi Jinping, presidente de China. Foto: Reuters

La visita de Vladímir Putin a Mongolia. Foto: Reuters.

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Intereses geopolíticos vs. acuerdos comerciales

No hay dudas sobre la importante relación comercial que une a China con Rusia, que provee a su vecino de alimentos y energía. Sin embargo, los intereses geopolíticos, determinados por la geografía y la historia, son claramente antagónicos.

En otras palabras, frente al apabullante ascenso chino, ¿cuál será el rol que asuma su vecino Rusia en el escenario internacional? y en relación a ello ¿qué papel desempeñará EEUU en ese triángulo geopolítico que se disputa la hegemonía del mundo?

Joe Biden, Presidente de Estados Unidos y Vladimir Putin, Presidente de Rusia. Fotos: Reuters Joe Biden, Presidente de Estados Unidos y Vladimir Putin, Presidente de Rusia. Fotos: Reuters 

Como sea, este escenario puede también significar un beneficio para nuestra región, sobre todo para Brasil y Argentina que somos grandes exportadores de trigo y maíz, ya que podríamos ver una oportunidad de aumentar nuestros ingresos a través de mayores precios de exportación.

Vemos entonces que en el tablero mundial los alimentos son una pieza decisiva y debemos considerarlas, no ya como simples espectadores, sino como posible escenario de un conflicto en el que se dirime la lucha por la hegemonía global.

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