A no desesperar: qué hacer si se moja mi PlayStation, Xbox o Nintendo Switch

Xbox. Foto: Unsplash.

Los accidentes ocurren y que se moje la consola de videojuegos es algo que a cualquiera le puede ocurrir, ya sea por un descuido o por una gotera, puede verse afectada severamente. Sin embargo, es posible salvarla si se actúa rápido.

En el caso de que la PlayStation, Xbox o Nintendo haya sufrido contacto con el agua, existe una guía para que sufra la menor afectación posible y evitar daños irreparables y a la vez, ahorrar dinero en reparaciones.

PlayStation. Foto: Unsplash

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Qué debo hacer si mi consola de videojuegos se moja

Antes de entrar en pánico, es importante que ante un accidente de estas características apagues y desconectes el artefacto inmediatamente para que no se queme. De no hacerlo podría empeorar el daño. Luego seguir estos pasos:

Secar la superficie: una vez que hayas apagado la PlayStation, Xbox o Nintendo, utilizá una toalla absorbente para eliminar la mayor cantidad de líquido de la superficie sin frotar, ya que podrías empujar el agua hacia el interior. Prestá especial atención a las ranuras y a los puertos.

Xbox. Foto: Unsplash.

Retirá todos los cables y los accesorios: este paso es importante para evitar que el líquido se traslade a otros componentes y cause más daño.

Colocar en una posición adecuada: colocá la consola en posición vertical en un lugar seco y bien ventilado, sobre una toalla o una rejilla para que circule el aire a su alrededor. Evita colocarla al sol o cerca de una fuente de calor.

Dejá secar el tiempo que sea necesario: los especialistas en tecnología recomiendan no utilizarla al menos por 48 horas, pero en el caso de utilizar Nintendo, es recomendable dejarla varios días más para que se evapore la humedad residual.

Nintendo Switch. Foto: Unsplash.

No uses arroz: aunque existe la creencia de que el arroz absorbe la humedad y ayuda a los artefactos tecnológicos a recuperarse de la humedad, podría empeorar el daño si las partículas quedan atrapadas en la consola.

No abras la consola: esto puede provocar la anulación de la garantía y complicar la reparación en caso de que así lo requieras.

Si después de estos intentos la consola sigue sin encender, tendrás que llevarla a un técnico para repararla, ya que tendrán los conocimientos necesarios para evaluar los daños.