Cada uno en su particularidad y disponibles en diferentes partes del país, estos museos argentinos tienen elementos que hace que valga la pena una visita. ¡Y lo mejor es que la entrada es muy barata o gratis!
Algunos son el resultado de lo que una persona coleccionó durante toda su vida, otros producto de la historia de la zona en que se encuentra. También está el dedicado a la trayectoria de un ídolo. Cada uno de estos museos, los más originales de la Argentina, cuenta su historia de una manera insuperable y vale la pena visitar.
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Está dentro de la estancia del mismo nombre pero tiene acceso público con reserva. Exactamente en el cruce de la Ruta 40 y la RP 15, a la altura del Km 1.440. Su gran colección incluye elementos aborígenes auténticos y un repaso por la historia de la zona, dentro de dos casitas de techo de chapa verde y paredes blancas que fueron un almacén de ramos generales cuando la 40 pasaba por la puerta.
Hoy están dentro de las estancias de la Compañía de Tierras del Sud Argentino, propiedad de los hermanos Benetton. Se inauguró el 12 de mayo de 2000 en base a la colección arqueológica del madrynense Pablo Korschenewski, que quiso compartir los resultados de muchos años de exploración y la cedió a la Fundación Ameghino con el compromiso de que fuera exhibida. Arranca con los Tehuelches, araucanos y otros pueblos autóctonos, mostrando cómo vivían hace 13.000 años con cientos de piezas: puntas de flecha, herramientas, vasijas, utensilios, vestimenta y la recreación de la tienda que se usaba como vivienda. Así se van delineando sus vidas hasta su irremediable extinción, cuando avanzó la conquista europea.
Pero también hay muestras de intercambio y reciprocidad, cuando los aborígenes nómades se hicieron sedentarios. Así aparecen las armas de fuego, los uniformes militares, recados muy elaborados, los exploradores, los vecinos chilenos, la presencia policial y la vida familiar reflejada en los elementos de uso diario a comienzos del siglo pasado. Está todo puesto con delicadeza en ambientes tematizados que se diferencian por el color de las paredes. También está el reflejo de la llegada de la inmigración europea que está en la última sala: escoceses y galeses, y alguna referencia a Butch Cassidy y Sundance Kid como compradores de ganado. También se ve cómo era la cocina económica, un telégrafo, un farol a fricción, una radio capilla y hasta una tetera con el logo del Touring Club de Trelew.
Al salir, hay que hacer un alto en El Boliche, tomarse un cafecito y comer alfajores caseros. En verano abre todos los días menos los miércoles de 11 a 19.
Dirección: Ruta 40 y RP 15, a la altura del Km 1.440. El Maitén, Chubut.
Teléfono: (02945) 45-2600.
Entradas: mayores $3000, menos de 12 años $2000 y jubilados $2000. Alquiler de audioguías: $1000 Esp/Eng)
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A Lisandro Benzi le gustaba juntar cosas en su Santa Fe natal. Pero no eran cualquier cosa: eran motos, autopartes, bicicletas en desuso que se encargaba de restaurar. Con el tiempo llevó su pasión a un museo, el de Motos y Bicicletas que está en Cruz Grande, La Cumbre. Recorrer el interior de esta construcción que explota de objetos maravillosos para un fanático de las dos ruedas puede tomar varias horas. Cada pieza está debidamente identificada. Hay grandes como autos y carros, y una infinidad de vehículos de dos ruedas de toda procedencia y antigüedad. Y quien las recopiló y restauró está listo para contar la historia de cada una, por más pequeña que sea. Hasta autos de juguete de todos los tiempos. Una compilación contemporánea maravillosa.
Aquí se destacan especialmente dos vehículos que pertenecieron a la primera médica argentina, Cecilia Grierson: un carro para ser tirado por un caballo y un maravilloso Oackland con el que hacía sus visitas y quiso donar para ser usado como ambulancia. Llegó desde Buenos Aires luego de dos días de viaje a una velocidad de crucero de 26 km por hora. Grierson era muy querida en la zona, donde dejó mucha obra.
Abre de miércoles a domingos de de 9 a 12 y de 17 a 20.
Dirección: Btlme. Jaime 1293 La Cumbre, Córdoba.
WhatsApp: 3406434787
Instagram: @museodemotosybicicletas
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Los talleres del Expreso Patagónico en El Maitén, La Trochita, que en estos momentos tiene un tramo en Río Negro y otro en Chubut. El Museo Ferroviario que se inauguró en 2004 y tiene visitas guiadas gratuitas en las que se relata la historia de los elementos que se exhiben en el pequeño edificio: una zorra montada sobre las vías, asientos de primera clase, gorras, una caja fuerte donde se guardaban los sueldos y boletos. Y cuenta la historia del Señor Mariguan, un vecino que acondicionó su bicicleta para que funcionara sobre los rieles y se ganaba la vida cantando en la estación.
Esta formación que ya cumplió 100 años tiene presencia en el predio: algunos vagones de carga y una locomotora. Pero también hay unos enormes galpones que anuncian lo ansiado: la posibilidad de entrar a uno de esos recintos de madera, de Primera o Turista que son parte de la fisonomía de la Patagonia. Están en restauración o reacondiconamiento.
Estas centenarias locomotoras a vapor gastan 100 litro de agua por km, y de 16 a 17 litros de combustible. En el trazado original, cada 40 km hay una boca de agua para reabastecer a la máquina, que tardaba cinco horas para encender. Hoy, gracias a compresores, sólo toma una. Transporta cinco vagones de pasajeros, cuatro de primera clase y uno de segunda además del coche comedor y el del guarda.
Abre de lunes a viernes de 8 a 14 y los sábados de 10 a 18 cuando hay servicio de tren.
Dirección: Rivadavia y French, El Maitén.
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Cuando se viaja a Ushuaia hay una visita muy recomendable para conocer otro aspecto de la historia profunda de esta zona y es ir a la Estancia Harberton, fundada por el reverendo Bridges cuando, en 1886, consiguió que el gobierno argentino le donara ocho leguas de tierra y 20 islas ubicados en el Canal Beagle. Su hijo Tommy se casó con la estadounidense Natalie Prosser, una bióloga aficionada que comenzó a recolectar y catalogar los restos óseos que encontraba en la costa y a generar una importante colección que se encuentra en el museo de la estancia y sigue creciendo pese a su fallecimiento en 2015.
Hoy son grupos de voluntarios los que salen a explorar las costas y a traer restos de ballenas, pingüinos, aves y lobos marinos que, de manera artesanal, son limpiados para ilustrar una visita guiada en la que se van enumerando las características de cada animal presentado allí. Y luego llevan al visitante hasta la Casa de Huesos, un galpón pequeño y oloroso donde se hace el proceso de limpieza.
Abre de octubre a marzo de 11 a 19.
Dirección: a 90 km de Ushuaia, en la Ruta J, Km 43.
Web: https://www.estanciaharberton.com/
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El artista más popular de córdoba, La Mona Jiménez, tiene su propio museo: una especie de restaurante temático con exhibición de trajes, calzado y premios del ídolo; así como escenario para shows, una gran barra ovalada y comida riquísima a precios muy populares.
Hacen visitas guiadas y sirven desde desayunos a cenas tardías en un ambiente colorido y muy grato. Está en la avenida Núñez, cerca del Estadio Kempes. El local de dos plantas es tan colorido como el hijo dilecto de la provincia y su puesto de merchandising oficial, ubicado en la entrada, está siempre lleno de fans que quieren llevarse un recuerdo.
Para destacar la amabilidad de todos los que trabajan allí y lo grande que es el lugar. También la colección de discos que publicó, cuyas portadas se encuentran tapizando uno de los techos.
Dirección: Av. Rafael Núñez 4791, Córdoba
Web: https://lamonamuseobar.com/
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Miramar de Ansenuza tiene una historia estrechamente relacionada con los desbordes de la laguna Mar Chiquita, de agua salada y cuyos desbordes terminaron de cambiarle la fisonomía a un centro turístico y de salud. Hoy convertida en parte de un Parque Nacional, tiene un museo que cuenta la historia de esta ciudad costera que vivió épocas de gloria a comienzos del siglo pasado rivalizando con Mar del Plata.
Se llama Museo Fotográfico Dante Marchetti, ubicado en pleno centro, y pertenece a la Cooperativa Eléctrica de la localidad. Fue fundado el 15 de abril de 2000 con el objetivo de crear s un centro de interpretación histórica a través de imágenes fotográficas y filmaciones que explican la travesía de Ansenuza, desde sus orígenes y el transcurrir del tiempo, sus luchas incansables su construir y reconstruir hasta transformarse en la localidad pujante que es hoy. Mas de 100 imágenes expuestas y charlas de 40 minutos permiten redescubrir y vivenciar un pasado que sentó las bases de este presente. Recorrerlo ayuda a comprender y ser parte.
Dirección: Libertad 175, Miramar de Ansenuza y abre todos los días de 10 a 13 y de 19 a 22.
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