El Tren del Fin del Mundo: de presos trabajando con temperaturas bajo cero a ser una de las mejores atracciones turísticas

Su origen se remonta a los primeros años del siglo XX. Su conexión con la cárcel más famosa y cómo se volvió el lugar elegido por cientos de visitantes que viajan al último rincón del planeta.

Por Yasmin Ali

Martes 14 de Enero de 2025 - 16:45

El Tren del Fin del Mundo, antes y ahora El Tren del Fin del Mundo, antes y ahora

Argentina es famosa por su variada opción a la hora de hacer turismo. Desde paisajes pintorescos como en el norte a fríos e impactantes glaciares. Lo cierto es que cada lugar es mágico y te invita a conocerlo.

Con la llegada del verano, muchos turistas optan por escapar de las altas temperaturas y la humedad, convirtiendo a la Patagonia argentina en un destino ideal. Tierra del Fuego, conocida como la provincia más austral del mundo posee uno de los paseos más hermosos: el Tren del fin del mundo.

Ubicado en su capital, Ushuaia, este paseo comenzó a popularizarse en los últimos años. Si bien ningún turista que elija la ciudad para pasear se lo pierde, se suele ignorar su oscuro origen.

Historia del Museo del presidio en Ushuaia

Santiago de Chile, ciudad. Foto: Unsplash

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El oscuro origen del tren más famoso

Su historia está enlazada con la construcción del infame Gran Penal de Ushuaia, lugar que pasó a la historia por albergar a los peores criminales de la historia argentina. Para trasladar materiales como madera y piedra desde grandes distancias se hizo primordial buscar un medio de carga más rápido y eficiente que los carros tirados por animales. Por ello, en 1902, se inaugura el primer xylocarril: una locomotora a vapor con coches empujados por bueyes y caballos. El problema surgió porque estas vías no eran muy resistentes y requerían de mantenimiento constante.

El xylocarril fue reemplazado cerca de 1910, por un decauville, un tipo de ferrocarril con estrechas vías de metal para transportar materiales en minas y canteras. Con el tiempo, este transporte sería conocido más adelante como el “trencito” y se convirtió en el medio en funcionamiento más importante de Ushuaia en la primera mitad del siglo XX. Llegó a contar con 2 locomotoras que llevaban un grupo de planchones unidos entre sí que se utilizaban, solo de ida, para transportar a los presos que hacían el recorrido, sentados espalda contra espalda y las piernas colgando hacia afuera. En el caso del regreso se traían cargado con la madera recolectada durante la jornada laboral de los presos.

Cárcel del Fin del Mundo. Foto: Museo del Presidio de Ushuaia Cárcel del Fin del Mundo. Foto: Museo del Presidio de Ushuaia

¿Cómo era la ruta? Arrancaba por la mañana desde el presidio, con destino al monte Susana. Hacia el final del día, el tren iniciaba su retorno, en algunos casos con los presos sobre la carga que transportaban o en otros casos, con los presos empujándolo, ya que el peso excesivo le hacía imposible avanzar por sus medios.

En pleno invierno, con temperaturas bajo cero, un grupo de condenados caminaban adelante con palas. Llegaron a ser entre 50 o 60 limpiando y atrás el tren a ritmo lento para hacer 10 kilómetros, sacando con palas la nieve hasta llegar al monte. Cuando se llegaba al kilómetro 5 u 8 había unos barrancones en los que se hacían unos túneles en la nieve.

Antiguo tren de los presos del Fin del Mundo. Foto: Museo del Presidio de Ushuaia Antiguo tren de los presos del Fin del Mundo. Foto: Museo del Presidio de Ushuaia

En 1947 llegó el cierre de la prisión, pero el tren siguió en funcionamiento para transportar la producción de los aserraderos, desde el oeste de la ciudad. En el año 1949 un temblor en la ciudad de Ushuaia, ocasionó un derrumbe que dejó imposibilitadas y en abandono las vías del tren durante muchos años.

Recién para 1994 se reconstruyó nuevamente la línea férrea para prestar servicios con réplicas de las antiguas locomotoras a vapor, incluyendo vagones con calefacción y un moderno sistema de audio para revivir el recorrido y la historia de este símbolo de la ciudad.

Los presos quitando nieve para que el tren avance. Foto: Museo del Presidio de Ushuaia Los presos quitando nieve para que el tren avance. Foto: Museo del Presidio de Ushuaia

Viajes, valijas. Foto Freepik

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Actual recorrido y precios

El trayecto completo, a una velocidad promedio de 50 km/h, dura aproximadamente 1 hora y 45 minutos, incluyendo las paradas. Al llegar al parque, los pasajeros pueden optar por regresar en el tren o explorar más a fondo esta área protegida, aunque se recomienda contratar un servicio de traslado debido a las grandes distancias.

Cuánto sale y cómo comprar las entradas

Los precios del Tren del Fin del Mundo varían según la nacionalidad, edad y clase. En enero de 2025, las tarifas son las siguientes:

  • Adultos argentinos: $55.000.
  • Menores argentinos (4-12 años): $38.000.
  • Jubilados argentinos: $35.500.
  • Adultos extranjeros: $69.000.
  • Menores extranjeros (4-12 años): $38.000.
  • Cabina Premium (con desayuno o merienda): $156.000.

Viajar en el tren del Fin del Mundo, un paseo obligado. Foto: findelmundo.tur Viajar en el tren del Fin del Mundo, un paseo obligado. Foto: findelmundo.tur

La forma más conveniente de adquirir los tickets es a través de la página oficial del tren, trendelfindelmundo.com.ar, donde se garantiza la disponibilidad y se evita el pago de sobreprecios. También es posible comprarlos de manera presencial en la estación Fin del Mundo, aunque esta opción conlleva el riesgo de que las formaciones estén completas.

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