Escapada de fin de semana: el paraíso natural ubicado a dos horas de la provincia de Buenos Aires

San Miguel del Monte. Foto: Twitter

Durante el verano, las personas se hacen un tiempo para viajar al lugar que sea. Dentro de la provincia de Buenos aires, hay algunos lugares ideales para realizar espadas y desconectar de la vida cotidiana unos días. 

Una de las localidades más populares es la Laguna de Monte, ubicada en San Miguel del Monte. Este paradisíaco lugar se encuentra a sólo 95 kilómetros de Buenos Aires, lo que lo vuelve un gran destino para aquellos que no quieren pasar mucho tiempo viajando. 

San Miguel del Monte. Foto: Twitter

Una opción más económica es el tren. La línea Roca parte de la estación Plaza Constitución y, a través de una combinación en Ezeiza, permite llegar a Monte por tan solo 80 pesos. 

Los horarios de salida son a las 04:32, 08:59, 15:12 y 18:31, llegando a las 05:43, 10:10, 16:23 y 19:42. En total, el viaje dura 3 horas y 45 minutos. 

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Una playa escondida a cuatro horas de CABA que resulta ideal para relajarse en estas vacaciones de verano

Si bien Buenos Aires es elegida por muchos turistas del exterior e interior del país por tener sitios con grandes atractivos, también cuenta con lugares ideales para desconectarse de las urbes y relajarse disfrutando de la naturaleza.

Punta Médanos cuenta con una extensa zona de dunas formadas naturalmente. Foto: Instagram.

Las playas son un claro ejemplo de ello, especialmente si no son las más concurridas. Punta Médanos es un caso de estos y, a solo pocos kilómetros de la Capital Federal, este lugar cuenta con todo lo necesario para alejarse por unos días de la rutina.

Este lugar se encuentra en la localidad de Punta Sur del Cabo San Antonio, un pueblito que cuenta con una playa encantadora para pasar el día. Casi secreta y muy escondida, esta playa reúne las condiciones necesarias para pasar unas vacaciones tranquilas y relajadas.

Dueño de un paisaje único, el pueblo cuenta con una zona de dunas que fueron formadas naturalmente y tienen hasta cinco kilómetros de ancho y cerca de 25 metros de alto, rodeados por un bosque de coníferas y una abundante flora autóctona que vale la pena conocer.