Regeneración celular: la medicina que permite arreglar órganos con su propio tejido y devolverles su función

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Distintos expertos trabajan en la recomposición de los órganos para que vuelvan a funcionar o a recuperar la mayor parte de sus capacidades. Este tipo de terapias se tratan de recomponer la materia dañada e implica tratamientos biológicos, celulares, de la medicina molecular y la ingeniería de tejidos. Además, para lograr los resultados, en estas terapias se utilizan tejidos autólogos (del propio paciente) que estimulan los mecanismos de reparación.

En este marco, Mariela Guasti, quien es médica especialista en Medicina Interna (MN 141671) y presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Regenerativa (SLAMR) dialogó con Infobae y dijo que “existen diversas técnicas que se dividen por su complejidad en técnicas de manipulación mínima y terapia celular avanzada”. “Entre las técnicas más sencillas encontramos la viscosuplementación con hidrogeles, como el ácido hialurónico, extensamente utilizado en traumatología para el tratamiento de artrosis de diferentes grados de severidad, y en tratamientos estéticos por su capacidad de retener el agua y por consiguiente mantener la hidratación de la piel”, contó.

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“El plasma rico en factores de crecimiento (PRP), que modula el metabolismo local para detener las señales de inflamación crónica y acortar los tiempos de curación de lesiones de múltiples tejidos musculoesqueléticos, y por su efecto bioestimulador traducido en la síntesis de matriz extracelular es muy utilizado para retrasar los signos del envejecimiento”, agregó.

En este sentido, planteó que “el enfoque se basa en la fisiología para estimular procesos biológicos a partir de material autólogo con el fin de que se auto regeneren los tejidos del propio paciente sin dar lugar a que se produzca un rechazo o efectos adversos”. “Es un nuevo paradigma de la medicina de la autoregeneración. Conociendo los mecanismos biológicos de la regeneración, desde la medicina regenerativa se los estimula de manera externa para promoverlos de manera artificial. Se interviene en algo que el organismo no podría hacer por sí mismo, pero que en definitiva son mecanismos propios del paciente”, añadió.

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Además, Guasti trabaja con el tipo de terapias celulares más avanzadas, como la desarrollada por el doctor español Pedro Guillén en la que puede completar daños de cartílago articular, por la que los pacientes pueden hasta volver a hacer deporte con alto rendimiento. Esta se trata de un implante de condrocitos autólogos (ICC) y es la única técnica que aprobó la Administración de Alimentos y Medicamentes y por la Agencia Europea del Medicamento. 

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“Lo fascinante es que se basa en el cultivo de células de cartílago del propio paciente, extraído mediante una pequeña biopsia, y eso lo vuelve absolutamente compatible y seguro —precisó la experta—. Además, parte de esas células se pueden criopreservar durante décadas para resolver nuevas lesiones si el paciente lo desea”, detalló. Además, Guasti destacó que “la medicina regenerativa puede aplicarse con fines preventivos o curativos en diferentes especialidades”.

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Las distintas funciones de la regeneración celular

Por otra parte, la médica ginecóloga especializada en ginecología regenerativa y funcional y miembro de la SLAMR Cintia Caramés (MN 113532), dijo que “en la actualidad, es fundamental colaborar en un equipo multidisciplinario que incluya profesionales de bioingeniería, biólogos, bioquímicos, y otros especialistas para un mejor abordaje”. “Otras terapias de medicina regenerativa son aplicables, con el mismo fin que los antes descritos, a otros tejidos. En el caso del síndrome genitourinario de la menopausia se utilizan con el propósito de tratar tanto el área vulvovaginal como el suelo pélvico, que se ven afectados por la deficiencia de estrógeno asociada a los cambios climatéricos, mejorando la calidad de vida de las mujeres”.

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Además, “la estructura y función del área genital, afectadas por enfermedades crónicas degenerativas como el vitiligo o liquen escleroso vulvar tienen la posibilidad de recuperarse”, subrayó Caramés, quien, también, indicó que “la revitalización de cicatrices dolorosas y las secuelas de tratamientos oncológicos radiantes pueden ser tratadas mediante técnicas biológicas o el uso de mallas fibrilares elaboradas con la fibrina del propio paciente”.

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“Estas condiciones representan momentos en los que la calidad de vida y el bienestar sexual pueden experimentar impactos significativos, pero mediante enfoques terapéuticos regenerativos, se busca restablecer y mejorar estos aspectos”, agregó.

En este sentido, “en el actual enfoque estético, que busca lograr un aspecto más natural, destacando el bienestar y la calidad de vida, la bioestimulación ha tomado protagonismo en la estética integral, incorporando técnicas como el uso de factores de crecimiento, plasma rico en plaquetas y viscosuplementación, como el ácido hialurónico”, dijo Caramés, quien también se especializa en Medicina Estética Integral con enfoque regenerativo.

“Sustancias bioestimulantes, como la hidroxiapatita de calcio, caprolactona y ácido poliláctico, tanto individualmente como en combinación, han ganado relevancia en la medicina estética —agregó—. Estas se utilizan, por ejemplo, en conjunto con terapias físicas como el láser destinadas a estimular la producción de colágeno y revitalizar el tejido mediante la revascularización”.

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“Las terapias regenerativas ofrecen ventajas significativas. Se destaca la utilización de materiales autólogos, lo que implica que se emplean componentes del propio cuerpo del paciente”, resaltó Caramés. “Este enfoque autólogo, no sólo garantiza una mayor compatibilidad, sino también un tratamiento personalizado, adaptado a las necesidades específicas de cada individuo”, planteó.

“Este enfoque autólogo, no sólo garantiza una mayor compatibilidad, sino también un tratamiento personalizado, adaptado a las necesidades específicas de cada individuo”

Dijo también que además de tener resultados duraderos, tiene una "mejora estética" y "estos tratamientos contribuyen al bienestar integral al abordar no sólo la apariencia externa, sino también la salud interna de los tejidos”. “La capacidad de ofrecer resultados duraderos también se traduce en un enfoque preventivo, donde estas terapias no solo corrigen, sino que también previenen el deterioro a lo largo del tiempo”, concluyó.

En este marco, Guasti, quien es titular de la cátedra de Medicina Regenerativa en la Facultad de Medicina de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), así como directora del Curso de Posgrado en Medicina Regenerativa en el Instituto Universitario CEMIC (IUC), impulsa “una formación rigurosa de nuevos referentes” ya que “el futuro que apasiona en esta área va de la mano de la investigación científica en células adultas reprogramadas, algo que se sigue de cerca desde los ámbitos académicos”. 

“Como parte de nuestra convicción de alcanzar el mismo nivel técnico, científico, y asistencial del primer mundo, sin quedarnos atrás frente a los avances en medicina regenerativa, inauguramos este año un servicio específico, transversal a todas las especialidades médicas, para brindar estas herramientas a los profesionales que así lo requieran”, agregó.

“El aumento de la expectativa de vida y el interés de los pacientes por mantenerse activos hace imprescindible brindar nuevas soluciones, y muchas de ellas ya están disponibles”, remató Guasti.