Gobierno para ricos: Macri perdonó a Molinos una deuda de 70 millones de dólares

La economía complica, a diario y cada vez más, la vida de los argentinos. La realidad muestra que los impuestos no dejan de subir, los precios aumentan diariamente, y los salarios siguen estancados.

La gente, y muy en especial entre las clases bajas y medias, hacen más y más sacrificios y sufren privaciones. De hecho, cada día cuesta más llegar a fin de mes.

Pero, sin embargo, en medio de esta cruda realidad, con un Estado desfinanciado de manera alarmante, que según piensan desde Cambiemos "que gasta más de lo que tenemos", desde el macrismo siguen exhibiendo algunos gestos que se traducen en lujos y les permite a sus empresarios favoritos no pagar las deudas que mantienen con el Estado Nacional.

Macri ordenó al Ministerio de Agroindustria por decreto que tome cartas en el asunto puntual de la empresa Molinos. Así, le dijo al Ministerio de Agroindustria que revoque una resolución del gobierno anterior, a través de la cual la firma controlada por la familia Perez Companc llevaba a la rastra un conflicto de u$s 70 millones.

Según la revista Apertura, Molinos está desde hace más de 10 años, peleando con la Aduana por el pago de gravámenes por ventas al exterior, cuya alícuota fue aumentada por el Estado a finales del año 2007. Todo llevó a reiterados reclamos de la empresa, que, en 2015, encontraron respuesta negativa por parte del ministerio
conducía por aquellos tiempos por Carlos Casamiquela.

(Foto: NA)

En el texto final de la controvertida resolución, podía leerse: "Resuélvase el recurso de reconsideración interpuesto por la empresa Molinos Río de la Plata contra la resolución exONCCA 1898, del 21 de julio de 2008".

Hace dos meses, el Presidente argentino Mauricio Macri inauguró la ampliación de $ 700 millones que la firma Molinos concretó en una de sus plantas industriales dedicada a la fabricación de pastas. En enero de 2008, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner había establecido que el incremento de la alícuota para las exportaciones de productos agrícolas de noviembre de 2007 iba a ser retroactivo para las ventas registradas que pendientes de ser embarcadas.

En este caso, y para no tener que pagar, los empresarios exportadores debían demostrar tener bienes a ser exportados, registrados previamente en las respectivas declaraciones juradas de venta al exterior (DJVE). Molinos afirma haber recibido cargos por DJVE sobre los cuales puede demostrar justamente la mercadería de diciembre de 2008 a septiembre de 2017, de acuerdo a lo que pude leerse en su último balance anual del año 2017.

En el sitio oficial del Ministerio, la primera exportación de la empresa que, de acuerdo a la institución, no cumplía con los requisitos requeridos, está con fecha de presentación de septiembre de 2007 y corresponde a la venta de aceite de girasol en bruto a granel. El monto que exige el fisco, según Molinos reconoce en sus propios estados contables, llega u$s 70,7 millones.

Está asentado como pendiente de pago hasta que se resuelva la situación del recurso jerárquico presentado por la firma ante el Tribunal Fiscal de la Nación.