La economía argentina tocó fondo pero los salarios no logran recuperarse

Según un análisis, que la economía haya dejado de caer es como un calmante para un paciente que sigue enfermo y mantiene pronóstico reservado. Aún falta la recuperación de los salarios.

Por Canal26

Viernes 2 de Agosto de 2019 - 07:39

Industria automotriz - economía argentina

El IVA y el Impuesto a los Débitos y Créditos, dos termómetros del nivel de actividad, aumentaron en relación a julio de 2018 en porcentajes similares a la inflación acumulada en ese período: 52% y 56 por ciento respectivamente.

 

Esto es un claro indicador que la economía argentina llegó a su fondo. Ese diagnóstico es compartido por la consultora Macroview, que en su informe tituló "Nivel de Actividad: deja de caer". Pero puesto en contexto, que la economía haya dejado de caer es como un calmante para un paciente que sigue enfermo y mantiene pronóstico reservado.

 

Ese mismo informe de la consultora que dirigen Carlos Melconian y Rodolfo Santángelo aclara que "no hay recuperación", ni tampoco razones para esperarla. Explican que el consumo y la inversión es muy difícil que se expandan "con la política monetaria ajustada a la regla de emisión cero, tasas de interés reales por las nubes, el crédito total de la economía retrocediendo en términos nominales y el Tesoro bregando por alejarse lo menos posible de la meta de déficit fiscal primario casi cero".

 

Como explica el periodista Marcelo Zlotogwiazda, todo esto es en función de mantener el dólar calmo y como ancla para que los precios no suban más de lo que están subiendo. No deja de resultar llamativo que el Gobierno muestre como un logro que la inflación se está desacelerando tan lentamente que no alcanza siquiera a perforar el 2,5 por ciento mensual.

Pesos argentinos, economía argentina

Sólo en un país acostumbrado a tasas de inflación anual de dos dígitos y que vivió tres experiencias hiperinflacionarias (el "Rodrigazo" en 1975, la de Raúl Alfonsín en 1989 y la de Carlos Menem en 1990), se puede sentir alivio por la evolución reciente del costo de vida.

 

Además de que no hay señales de recuperación generalizada, el fondo en el que parece haberse estacionado la economía está un 6% más hundido que cuando se inició la actual crisis en el primer trimestre del año pasado. Si se mide a través del EMAE, el índice de mayo pasado es 7% inferior al momento en que el Gobierno ganó las elecciones legislativas en 2017.

 

A eso se agrega que la economía dejó de caer a nivel agregado, pero la situación es muy heterogénea tanto a nivel de sectores productivos como de grupos sociales. En cuanto a sectores productivos, el extraordinario aumento del 50% que registró el agro en el segundo trimestre de este año en comparación con un malísimo segundo trimestre del año pasado por la gran sequía, o el fortísimo crecimiento de la pesca y de la producción energética (fundamentalmente de Vaca Muerta), contrastan con los padecimientos de buena parte de la industria y el comercio.

 

En cuanto a grupos sociales, que la economía haya tocado fondo no implica que los asalariados no hay seguido perdiendo poder adquisitivo. Los números del Indec correspondientes a mayo muestran que aumentaron nominalmente un 38,4% versus mayo de 2018, lo que implica una diferencia en menos de casi 19 puntos porcentuales respecto a la inflación del 57,3% que hubo en ese lapso, y eso significa una pérdida de poder de compra del 12 por ciento.

 

Y los números de la AFIP indicarían que la pérdida continuó. La recaudación de Aportes Patronales de julio fue 41,3% mayor que la de igual mes de 2018 y la de Contribuciones Patronales 39,2%. En ambos casos aumento nominales muy inferiores a la inflación del período, que se explican básicamente por el deterioro salarial y la pérdida de puestos de trabajo, que en conjunto achican considerablemente la masa salarial.

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