El incalculable efecto de la pandemia sobre la educación: "Hay que encontrar modos de compensar lo perdido"

Un reciente informe de Unicef advierte que América Latina es la región que, en términos generales, ha impuesto el cierre de escuelas más largo del mundo ¿Cuánto impactó en la calidad educativa de nuestros estudiantes y cómo los afectó el aislamiento y la falta de sociabilización?

Por Rebeca Hirschfeld

Miércoles 11 de Agosto de 2021 - 17:13

Educación en tiempos de coronavirusEducación en pandemia: menor formación, menores oportunidades

La pandemia de coronavirus causó estragos en todos los ámbitos y la esfera educativa no quedó exenta. La emergencia sanitaria llevó al cierre masivo de escuelas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación del virus y mitigar su impacto. Hoy, se comienzan a ver las consecuencias que el aislamiento dejará en las próximas generaciones y surgen las dudas de cómo recuperar lo perdido.

 

La ONG Save the Children reportó que los niños de países pobres perdieron dos tercios más de días escolares a causa de la pandemia que los estudiantes de zonas ricas del mundo. Pero eso no es todo. En Brasil, un estudio realizado en mayo en San Pablo indicó que los estudiantes de secundaria con educación remota aprendieron un 27,5% de lo que hubiesen hecho en condiciones de presencialidad, según las evaluaciones realizadas antes y durante la pandemia.

 

En ese marco, Diario 26 habló en exclusiva con Darío Álvarez Klar, Lic en Gestión Educativa, fundador de Red Educativa Itínere y director ejecutivo de la Asociación Civil HUB.

 

Consultado por la situación educativa en nuestro país, el especialista indicó que "Argentina fue el país con cuarentena ininterrumpida más extensa, incluso en momentos en que los avances de la pandemia no inducían riesgos tan elevados como sucedía en los meses pasados recientemente".

 

"Considero que aún no visualizamos las consecuencias en su total dimensión. Ya estamos observando algunos datos preocupantes en cuanto a desarrollo de habilidades que son propias de la escolarización, los años de articulación entre ciclo y niveles ven incrementadas las dificultades de orden académico. Pero quizás sean mucho más preocupantes las consecuencias en cuanto a la carencia de experiencias tendientes al desarrollo de habilidades integrales en niñas, niños y jóvenes. Datos que se exacerban en las regiones de mayor pauperización de las sociedades, en donde este marco deviene en salida del sistema formal y su imposibilidad de reinsertarse, por ende carecerán de mejores herramientas para su desarrollo personal, académico y profesional", indicó.

Educación en tiempos de coronavirusVirtualidad para pocos, deserción escolar y una sociabilización estancada

- ¿Cuánto llevará recuperar lo perdido (si es que es posible compensarlo) y cuál será el costo a futuro para quienes perdieron tantas horas de clases?

 

Los mayores costos y consecuencias sin duda serán para estudiantes cuyos entornos económicos y culturales sean más desprotegidos y donde la brecha de carencias se incrementará.

 

Las consecuencias para quienes sigan en el sistema, tendrá que ver con dimensionar las dificultades académicas y de desarrollo personal en cuanto al aprender a aprender, y en forma individual, acompañado por la institución a la que pertenece y con el apoyo de la familia, buscar modos de compensar o incorporar estrategias y adquirir conocimientos. Por eso, seguir en un entorno escolar es esencial, porque muchas veces la familia no sabe o no puede acompañar o suplir a las instituciones como muchas debieron hacer entre 2020 y 2021 por falta de presencialidad.

 

- ¿Porqué la virtualidad es limitada en materia de aprendizaje?

 

Considero que hay dos grandes vertientes. Una es la accesibilidad, tener o no tener dispositivos, conectividad, entrenamiento para uso didáctico de las tecnologías de la información y la comunicación, tanto para niñas, niños, adolescentes o adultos es esencial para el acceso al aprendizaje en virtualidad, algo tan simple como ser parte, estar comunicados con el entorno.

 

La segunda tiene que ver con la falta de formación y relevancia en el uso de las mismas por parte de los docentes. Ya sea por una cuestión generacional, como también porque puedan ser activos usuarios de herramientas tecnológicas, pero no hacer una transposición del uso con fines pedagógicos.

 

- ¿Qué debe modificarse a nivel pedagógico para respetar las diferencias individuales de los estudiantes y que la enseñanza sea más eficiente?

 

Siguiendo con el punto anterior, gran parte de la transformación de la educación se funda en dotar de experiencias y herramientas de desarrollo profesional a quienes están en instancias de formación y para quienes se encuentran ejerciendo.

 

Junto con ello, el sistema educativo debe agigantarse con una actitud innovadora frente a nuevas prácticas de aprendizaje en donde lejos de propender a la homogeneización de los grupos, los tiempos de aprendizaje y las expectativas, se acepten, se celebre la diversidad en el aula y se estimule la posibilidad de llegar por distintos caminos a los objetivos que el sistema se traza.

 

- ¿Considera necesario replantear el sistema educativo y diseñar propuestas más abarcativas, complejas y adaptadas a los tiempos que corren?

 

Si claro, totalmente. Para ello, la planificación y ejecución de un proyecto de aprendizaje no se puede basar solamente en puñados de temas y contenidos seleccionados por edades.

 

Es preciso un abordaje sistémico de la enseñanza aprendizaje, incluir nuevas dimensiones, marcos normativos que hoy determinan un nuevo concepto de ciudadanía, nuevos horizontes y áreas de estudio, carreras y vincularse con posibles mundos laborales.

 

- El Gobierno analiza extender el ciclo lectivo para los que terminan primaria y secundaria ¿qué opina al respecto?

 

Hay que encontrar modos de compensar lo perdido. Es preciso establecer prioridades en el qué, cómo y cuándo aprender. Pero también es cierto que en un importante número, los profesionales del sistema educativo se vieron colapsados durante un año y medio, trabajando más que nunca, aprendiendo sobre la marcha y llevando a la práctica los escenarios cambiantes que esta pandemia determinó, sumado a cambios poco planificados de autoridades del sector.

 

- Desde el ministerio de Educación de la Ciudad, dijeron que este año la intención es “retomar el esquema habitual” y que si los estudiantes de secundaria no acreditan los contenidos necesarios para pasar de nivel, repitan el año...

 

Creo que hay conceptos más amplios que pasar, aprobar, acreditar. Pasar por decreto es tan grave y pernicioso como repetir sin más. Creo que hay que diseñar, y nadie mejor que cada escuela puede proponer su plan de acción acorde a las consecuencias que haya tenido. Acreditar no se da a la fuerza, ni por lastima como tampoco podemos hacer repetir para transitar lo que no se vivió en presencialidad. 

 

Es invalorable el esfuerzo de alumnos, docentes, familias y equipos profesionales, pero aún en ciertos casos, tampoco fue suficiente. Creo que se profundizaron las diferencias y carencias, y que recién con la presencialidad como modo de sostener un vínculo didáctico será posible comenzar a remediar.

 

Por Rebeca Hirschfeld

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