Bolsonaro tildó de "politiquero" y "malintencionado" el juicio en su contra que puede inhabilitarlo

Jair Bolsonaro. Foto: Reuters.

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que el juicio que comenzó el Tribunal Superior Electoral (TSE) en su contra supuesto abuso de poder es un acto "politiquero" y "malintencionado".

"Hoy, como ustedes saben, comienza mi juicio político, o mejor politiquero, y malintencionado por parte de algunos. No estoy atacando al TSE, pero la fundamentación es una cosa inverosímil: reunirse con embajadores", afirmó el exmandatario en un acto con transportistas en Porto Alegre.

Bolsonaro se trasladó a la capital del estado de Rio Grande do Sul este jueves, mismo día en que comenzó el juicio en la corte electoral que puede definir su futuro político de cara a las próximas elecciones. La acusación tiene como epicentro una reunión que el expresidente convocó en la residencia oficial de la Presidencia con medio centenar de embajadores extranjeros el 18 de julio de 2022.

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Ese encuentro, en el que el entonces mandatario vertió sospechas infundadas sobre las urnas electrónicas que Brasil usa sin denuncias de fraude desde 1996, fue transmitido por la televisión pública y las redes sociales. "Democracia es libertad para hablar, criticar, contestar. Hoy uno dice algunas palabras y se va detenido, como hablar sobre las urnas o las vacunas", declaró este jueves, tras alertar de que algunos quieren "cercenar la libertad".

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Solidaridad con los "hermanos" y ataque a Lula da Silva

Por otro lado, el líder de la ultraderecha brasileña se solidarizó con los "hermanos" encarcelados en Brasilia por invadir y destrozar las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema el pasado 8 de enero, cuando miles de sus seguidores intentaron forzar el derrocamiento de Lula da Silva y devolverle al poder.

"Tenemos hermanos presos en Brasilia, gente mal juzgada, y el poder que tendría que tener equilibrio, demuestra no tenerlo", afirmó, y aprovechó para atacar al actual presidente de Brasil, asegurando que su gestión despertó "el sentimiento del pueblo brasileño de creer en nuestro país, de emocionarse con el himno, con la bandera. No hay comparación entre nosotros. Pensamos en el futuro de nuestro país. Nuestro proyecto no es de poder, es de servir".