Por Manuel Castro
Biden eligió a Kamala Harris para que se encargara de la inmigración ilegal pero tardó 90 días en ir al lugar del problema, la frontera sur. La zona se convirtió en campo libre para el accionar de coyotes y carteles.
Kamala estuvo en El Paso el viernes 25 de junio, visitó instalaciones, felicitó a los guardias fronterizos por su trabajo, habló con algunos inmigrantes la mayoría centroamericanos. Aunque no todo fueron rosas, hubo pancartas en su contra. Tejas no es territorio amigo.
A Harris le venían lloviendo las críticas por su tardanza en hacerse cargo del tema y más, después de esa entrevista donde un periodista la "apuró" por esa cuestión y dio una respuesta poco efectiva. Las críticas mayores, obviamente, vinieron siempre del sector republicano pero también de parte de algunos demócratas.
La concentración de inmigrantes ha sido grande desde que Biden es presidente. Antes de ir a El Paso, Harris estuvo primero en Guatemala donde pidió que no emigraran a los Estados Unidos y después en Méjico se reunió con López Obrador.
En El Paso, Kamala prometió un sistema inmigratorio humano, pero no dio más detalles. Tal vez no los haya o aún no los tenga.
Las malas lenguas señalan que Kamala Harris fue a El Paso, que no es la zona caliente propiamente dicha, porque Trump dijo que estaría en persona en la frontera sur junto con el gobernador de Tejas.
Al día siguiente, sábado 26 de junio, Donald Trump realizó un multitudinario encuentro con sus seguidores en Wellington, Ohio. Los republicanos esperan que sea candidato, de hecho entre las consignas que se escucharon hubo una muy conocida: Cuatro años más.
En su discurso que duró unos 90 minutos, Trump se mostró suelto. Siempre tuvo un buen manejo ante las cámaras. Señaló que la Administración Biden es una catástrofe, sobre todo en el tema inmigratorio anunciando su visita a la frontera sur.
"Joe Biden está destruyendo a nuestra nación ante nuestros propios ojos". Al Make America Grear Again (MAGA) Hacer grande a los EE.UU otra vez, se agregó otro: Save America, Salven a los EE.UU.
Después de haber dejado la Casa Blanca, Trump estuvo en silencio, manteniéndo si, algunas reuniones. Pero este fue el primer gran mitin político. Y entre los republicanos su influencia sigue siendo fuerte.
El miércoles 30 estuvo en la frontera de Tejas, junto al muro, que el gobernador Greg Abbott prometió continuar, le gustara a Biden o no.
Trump repitió que Joe estaba destruyendo al país y que todo había empezado con una elección fraudulenta. El ex presidente fue invitado a la zona por el gobernador tejano que quiere ser candidato a la presidencia en 2024. También el de La Florida, Ron DeSantis lo quiere. Va a estar linda la interna republicana.
Da la impresión que tanto en el caso de Kamala como en el de Donald tanto demócratas como republicanos siguen en campaña en busca de ganar una elección cuando en realidad la ciudadanía quiere menos politiquería y más resultados, no importando quien esté gobernando.