Comienza el espectáculo natural: los pingüinos de Magallanes llegan a las costas de Chubut

Los pobladores rurales de la zona tomaron las primeras imágenes de los pingüinos. Foto: Télam.

Los primeros pingüinos de Magallanes de la temporada comenzaron a arribar a las costas de Chubut, específicamente en las áreas de Punta Tombo y Punta Clara, ubicadas a 80 km al sur de Rawson, la capital provincial. Esta región es conocida por albergar la mayor concentración de esta especie en la zona.

Los habitantes rurales de la zona capturaron las primeras imágenes de estos ejemplares, que se encuentran en excelente estado de salud, sin señales de heridas o contaminación de petróleo y "bien gorditos", según describió Mónica, de la estancia "Punta Clara", en una conversación con Télam.

Los primeros pingüinos en llegar a las costas chubutenses son los machos, quienes se acercan para reclamar sus nidos y preparar el espacio donde se reunirán con sus parejas después del apareamiento y durante el proceso de incubación compartida.

Los pingüinos de Magallanes tienen el hábito de volver al mismo nido todos los años. Foto: Reuters.

Los nidos son excavados meticulosamente en la vegetación baja de la zona, especialmente en los yaoyiones (o llaollines), es decir, en los arbustos autóctonos de la región árida que sirven como "techos" de sus hogares durante la temporada.

En su punto máximo de población, se estima que la colonia en Punta Tombo y Punta Clara puede alcanzar hasta un millón de ejemplares, lo que convierte a esta región en uno de los lugares más importantes del mundo para los pingüinos de Magallanes. Estas aves pintorescas tienen la costumbre de regresar al mismo nido año tras año.

Por el momento, se registró sólo la presencia de pingüinos machos en los nidos, pero en los próximos días, se espera el arribo de las hembras, que comenzarán a poner dos huevos y darán inicio a un período de incubación compartida de 40 días.

 Los primeros en llegar a la costa son los machos. Foto: Unsplash.

Posteriormente, y una vez que rompa la cáscara de los huevos y vayan apareciendo los integrantes de la nueva camada, también será tarea compartida de la pareja la vigilancia de los pichones, la preservación del nido y la alimentación de la cría.

Estos jóvenes pingüinos nacen con un plumaje gris oscuro que mudarán a plumas juveniles en febrero, permitiéndoles aventurarse en el mar en busca de su propia comida, mientras esperan desarrollar el plumaje adulto el próximo año, si logran sobrevivir en estas condiciones adversas.

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Preocupación por la "gripe aviar"

La pingüinera de Punta Tombo fue abierta al turismo el viernes pasado en un acto celebrado en Trelew, la ciudad principal de la comarca. El espectáculo natural de la llegada de los pingüinos a Chubut promete ser una experiencia única para los visitantes que deseen presenciar este fenómeno impresionante de la naturaleza.

La particularidad de esta temporada es que se habilitará con medidas preventivas por el virus de influenza aviar que hasta el momento no se reportó en aves de la zona, pero sí en mamíferos, como lobos de un pelo y el caso de un elefante marino.

La subsecretaria de Conservación y Áreas Protegidas del Chubut, Nadia Blanco, admitió en diálogo con Télam que "esta temporada se habilita con la preocupación lógica de la influenza aviar, por lo que se tomarán todas las medidas preventivas, pero con la tranquilidad de que por ahora no se detectaron casos en aves".

Por la situación de la llamada "gripe aviar" se realizarán tareas de limpieza de suela de calzados en los accesos a las pasarelas y se recorrerán los senderos por grupos reducidos de manera que se evite todo contacto con los ejemplares.

"Nosotros contamos con el monitoreo permanente del personal especializado del Senasa y estaremos atentos a la evolución del virus como así también dispuestos a tomar las medidas preventivas necesarias para evitar la propagación" aclaró Bravo.