Jujuy, lejana y misteriosa: una provincia repleta de encantadores colores e historias.
Por Canal26
Sábado 30 de Julio de 2022 - 10:40
Jujuy Quebrada de Humahuaca. Foto: gentileza Turismo de Jujuy.
Jujuy es la provincia más norteña del norte argentino. Alejada de las principales urbes del país, realiza invitaciones permanentes al turismo para descubrir sus paisajes, pueblos, sabores, colores, naturaleza, selvas y montañas y en especial, su gente amable y hospitalaria.
Según varias fuentes y plataformas de viajes, los argentinos que tienen la oportunidad de organizar una escapada buscan destinos menos populares. Estamos ante una oleada de viajeros curiosos.
Es tiempo de conocerla o por qué no, de volver a visitarla.
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Purmamarca, Tilcara, Maimará, Uquía y Humahuaca ofrecen las postales más famosas de Jujuy. Las quebradas y los agrestes cerros multicolores crean el entorno de los pueblitos construidos con ladrillos de adobe.
Aquí, los lugareños han adoptado el turismo como principal actividad económica y el visitante encuentra de todo: excelente gastronomía, alojamientos especiales, artesanías coyas, y mucho más.
Jujuy. Foto: gentileza Turismo de Jujuy.
Pero cuando el horizonte se abre en la inmensidad de Abra Pampa, la “Siberia argentina”, decidir continuar parece difícil. La desolación sobrecoge un poco.
Sin embargo, la pequeña ciudad es el centro neurálgico de servicios y comunicaciones de la Puna y es aquí donde el espíritu del visitante puede prepararse para llegar al límite.
Sólo restan 75 kilómetros para llegar a La Quiaca, que es frontera y paso fronterizo con Bolivia, y se le atribuyen dos títulos: ser la ciudad a mayor altura de Argentina, a casi 3450 metros sobre el nivel del mar, y ser la ciudad más al norte del país.
Jujuy. Foto: Gentileza Milagros de Notta.
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Hasta hace algunas décadas, hasta La Quiaca llegaba el ferrocarril Belgrano. Hoy, sólo la ruta nacional 9, y éste es su punto final. El río de la Quiaca es el límite geográfico con Bolivia y al cruzar el puente Horacio Guzmán se llega a la ciudad boliviana de Villazón.
Al ser una ciudad de frontera, el comercio binacional es la principal actividad económica. Hay hoteles, restaurantes, empresas de transporte y todo tipo de servicios, pero el ritmo en La Puna es tranquilo. La altura la hace fresca a pesar del sol y las noches son frías.
En La Quiaca, la plaza, la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y el mercado municipal son lugares para visitar.
La Quiaca. Foto: gentileza Turismo de Jujuy.
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Pero para apreciar La Puna y sus paisajes es necesario llegar a los pueblitos aledaños que ofrecen mil aventuras.
En Yavi se destacan la antigua iglesia, la Laguna Colorada y el museo histórico donde se recuerda la interesante historia del Marqués de Tojo
En Santa Catalina los habitantes se dedican a la agricultura y a la cría de ovejas y llamas. Alojarse en alojamientos sencillos y almorzar en comedores locales son la mejor manera de comprender La Puna.
Finalmente, en el Monumento Natural Laguna de los Pozuelos, uno de los humedales de importancia internacional, el avistaje de flamencos ofrece una alternativa diferente a todo lo conocido en la región.
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