El consumo de alimentos y bebidas azucarados en humanos puede poner en riesgo la salud humana.
Por Canal26
Miércoles 8 de Noviembre de 2023 - 19:20
Los casos de obesidad están en constante aumento en el mundo entero. Si bien todos los especialistas coinciden en afirmar que esta enfermedad tiene una causa multifactorial, un nuevo estudio vino a cambiar por completo esta creencia: una molécula podría ser la culpable del exceso de peso.
Un artículo publicado en la revista Obesity pone en el centro del debate a la fructosa, una molécula que se usa en modo de aditivo en muchos productos. El equipo, liderado por Richard Johnson del Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado, descubrió que está vuelve al metabolismo humano disfuncional.
A la hora de perder peso, suele reducirse el consumo de ciertos alimentos, sin tener en cuenta la regulación de la fructosa, un componente presente en muchos de los alimentos que ingerimos a diario. Su consumo genera en el cuerpo una insaciable sensación de apetito, dando lugar al exceso de calorías.
Según este estudio, la decisión de perder peso no pasaría simplemente por optar entre deshacerse de los carbohidratos o las grasas, sino de reducir responsablemente ambos de forma simultánea.
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“Aunque prácticamente todas las hipótesis reconocen la importancia de reducir los alimentos ultraprocesados, aún no está claro si deberíamos centrarnos en reducir la ingesta de azúcar, de carbohidratos de alto índice glucémico, de grasas, de grasas poliinsaturadas en concreto, o simplemente aumentar la ingesta de proteínas”, comentaron los expertos.
Lo que se sabe es que, quienes buscan reducir su peso no deben excluir los alimentos por completo, sino que tienen que controlar las cantidades. De acuerdo con los expertos, el problema comienza cuando se consumen grandes cantidades de fructosa a través del azúcar, el jarabe de maíz y los edulcorantes.
Según el equipo de Johnson, el metabolismo de la fructosa en el cuerpo provoca la caída del trifosfato de adenosina (ATP), el cual proporciona energía para los procesos celulares del cuerpo. Cuando el ATP cae a un nivel suficientemente bajo, es una señal para el cuerpo de que necesita más combustible. Esto es lo que conocemos como “hambre”, y da lugar a que comamos más.
“La fructosa es lo que hace que nuestro metabolismo entre en modo de bajo consumo y pierda el control del apetito, siendo los alimentos grasos la principal fuente de calorías que impulsarían al aumento de peso”, cerraron los investigadores.
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