Un anuncio del Gobierno de China sobre sus importaciones de carne pone en alerta a Brasil y Argentina

China abrió una investigación sobre importaciones de carne y generó incertidumbre en los mercados exportadores. Foto: NA.

El mercado internacional de carne bovina enfrenta una nueva incertidumbre tras la decisión de China de investigar sus importaciones del producto.

La medida, que responde a un exceso de oferta en el mercado interno chino, podría impactar significativamente en los principales países exportadores, entre ellos Uruguay, Brasil, Argentina, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.

China abrió una investigación sobre importaciones de carne y generó incertidumbre en los mercados exportadores. Foto: NA.

El gobierno chino, a través de su Ministerio de Comercio, anunció que la investigación abarcará el período comprendido entre el 1 de enero de 2019 y el 30 de junio de 2024.

Durante este tiempo, las importaciones de carne bovina experimentaron un crecimiento del 64,93% entre 2019 y 2023, mientras que en el primer semestre de 2024 el incremento fue del 106,28% en comparación con el mismo período de 2019.

Este aumento masivo, según sus cálculos, generó una caída en los precios, afectando la rentabilidad de los productores locales. El reclamo fue presentado por la Asociación de Ganadería de China junto con otras nueve asociaciones, que señalaron pérdidas de hasta el 70% en la industria.

China abrió una investigación sobre importaciones de carne y generó incertidumbre en los mercados exportadores. Foto: NA.

Frente a esta situación, el gobierno chino evaluará posibles medidas de protección para estabilizar el mercado interno, lo que podría incluir restricciones o tarifas adicionales a las importaciones.

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El impacto en los exportadores

China representa un mercado clave para las exportaciones de carne bovina, particularmente para los países del Mercosur, cuyas ventas hacia el gigante asiático se duplicaron en los últimos cinco años, según un informe del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston.

En conjunto, Uruguay, Brasil, Argentina, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos concentran el 94% de las exportaciones de carne bovina a China.

China abrió una investigación sobre importaciones de carne y generó incertidumbre en los mercados exportadores. Foto: NA.

Uruguay, que tiene a China como uno de sus principales socios comerciales, podría verse especialmente afectado si se implementan medidas restrictivas. Por su parte, el gobierno brasileño liderado por Luiz Inácio Lula da Silva expresó que “tomaron nota” de la situación y reiteraron su compromiso con la defensa de los intereses de sus productores.

Esta no es la única investigación comercial que involucra a Uruguay. Recientemente, Brasil inició una pesquisa antidumping sobre las exportaciones de lácteos provenientes del país vecino, argumentando posibles prácticas de competencia desleal. De comprobarse las irregularidades, se podrían aplicar medidas compensatorias, como recargos a las importaciones.

Por su parte, las autoridades argentinas manifestaron su preocupación ante esta situación. La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, en conjunto con el Ministerio de Economía, informó que se encuentra siguiendo una investigación y evaluando las posibles consecuencias de la medida. 

China abrió una investigación sobre importaciones de carne y generó incertidumbre en los mercados exportadores. Foto: NA.

A través de un comunicado, el gobierno argentino destacó que se encuentra en contacto con los representantes del sector privado para coordinar posibles acciones que mitiguen los efectos de la investigación sobre las exportaciones de origen nacional.

Argentina es uno de los principales proveedores de carne bovina a China, y según el último informe del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en los primeros 11 meses de 2024, el 74% de las exportaciones argentinas de carne fueron dirigidas al país asiático, generando ingresos por alrededor de 1400 millones de dólares.

La investigación china, que se extenderá por al menos ocho meses, se suma a un plano de tensiones comerciales en el ámbito agropecuario. Para los países exportadores, el desafío radica en adaptarse a las posibles restricciones, mientras buscan garantizar el acceso a un mercado crucial como el chino.