¿Cuál es el electrodoméstico que aumenta la boleta de la luz?

Electrodomésticos. Foto: Freepik

Por lo general, existe la creencia de que ciertos electrodomésticos, como la heladera o el lavarropas, son los principales responsables del aumento en la factura de luz. Sin embargo, esto no es del todo exacto. Aunque estos aparatos consumen energía, hay otros que, debido a su uso prolongado, contribuyen de manera más significativa al consumo eléctrico del hogar.

Un electrodoméstico en particular que merece atención es la ducha eléctrica. Según estudios de organismos especializados en eficiencia energética, como la Acción Energética Nacional del Reino Unido, la ducha eléctrica es, en muchos casos, el aparato que más eleva el consumo energético en los hogares. Esto se debe a que, al utilizarse con frecuencia y durante largos períodos, puede superar el consumo de otros electrodomésticos. 

La ducha es el electrodoméstico que más energía consume. Foto: Freepik

De acuerdo con un estudio de la institución peruana Osinergmin (Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería), la ducha eléctrica, junto con la cocina eléctrica de cuatro hornallas, ocupa un lugar destacado en la lista de electrodomésticos con mayor potencia eléctrica, alcanzando hasta 4500 Watts. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas cifras son referenciales y pueden variar según el modelo específico del aparato en cuestión.

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¿Por qué la ducha eléctrica consume tanta energía? 

La ducha eléctrica es conocida por su alto consumo energético, y esto se debe principalmente a la necesidad de generar una gran cantidad de calor en un corto período de tiempo. Este proceso exige un considerable esfuerzo por parte del calefactor que se encuentra en su interior, el cual debe operar a plena capacidad mientras el agua fluye.

Su consumo se debe a que debe generar mucho calor en poco tiempo. Foto: Freepik

A diferencia de otros dispositivos que calientan el agua en intervalos, la ducha eléctrica requiere un suministro constante de energía para mantener la temperatura adecuada, lo que se traduce en un consumo significativo.

Por esta razón, es fundamental adoptar prácticas que ayuden a mitigar el consumo de energía al usar la ducha. Reducir el tiempo que se pasa bajo el agua caliente y evitar el uso excesivo de este recurso son medidas sencillas que pueden contribuir a un menor gasto energético.