Alemania y una inversión histórica en fuerzas armadas y defensa: ¿amenaza o pilar de la seguridad europea?

El Parlamento aprobó gastos extraordinarios y el debate resurgió: ¿puede Alemania fortalecer su poder militar sin reavivar los fantasmas de su pasado histórico?

Por Geopolítica en Acción

Miércoles 26 de Marzo de 2025 - 08:00

Ejército alemán. Foto: EFE Ejército alemán. Foto: EFE

Desde su unificación en 1871, Alemania ha desempeñado un papel central en la historia militar de Europa. Su transformación en una potencia bélica provocó dos guerras mundiales y generó una profunda desconfianza entre sus vecinos. Tras la Segunda Guerra Mundial, la desmilitarización alemana y su posterior integración en la OTAN y la Unión Europea parecieron garantizar un futuro pacífico para el país. Sin embargo, el debate sobre su rearme ha resurgido, impulsado en gran medida por la incertidumbre generada por el presidente estadounidense Donald Trump respecto al futuro de la defensa europea.

Policía de Alemania. Foto: Unsplash Policía de Alemania. Foto: Unsplash

¿Puede Alemania fortalecer su poder militar sin reavivar los fantasmas de su pasado histórico?

Desde el ascenso del Imperio Alemán bajo Otto von Bismarck hasta la agresiva política expansionista de la Alemania nazi, el militarismo germano ha sido un factor disruptivo en la estabilidad del continente. No en vano se decía que “Alemania no era un Estado con un ejército, sino un ejército con un Estado”, reflejando el profundo arraigo del poder militar en la identidad alemana. La Primera Guerra Mundial y, aún más la Segunda, demostraron cómo una Alemania con ambiciones militares autónomas podía trastocar el orden europeo. La Guerra Fría impuso una solución temporal con la división del país, y la posterior reunificación en 1990 trajo consigo un compromiso de Alemania con el pacifismo y la cooperación internacional.

Jorge Castro sobre la histórica aprobación en el Parlamento alemán. Foto: Captura de video.

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Un nuevo contexto de inseguridad

En un escenario de creciente inestabilidad global, la presión para que Alemania asuma un papel militar más activo ha aumentado. La guerra en Ucrania ha puesto en evidencia las debilidades de la defensa europea y ha impulsado a Berlín a anunciar un incremento sin precedentes en el presupuesto militar, incluyendo un paquete de más de 20.000 millones de euros para modernizar sus fuerzas armadas.

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Este giro estratégico ha generado preocupaciones sobre si Alemania puede encontrar un equilibrio entre su responsabilidad como potencia económica y su creciente rol como actor militar sin desestabilizar el continente. Hasta ahora, el rearme alemán ha estado alineado con la OTAN y los objetivos de la Unión Europea, pero su consolidación como un actor militar autónomo podría reconfigurar el equilibrio dentro de estas organizaciones.

El panorama político interno añade otra capa de incertidumbre. El auge de Alternativa para Alemania (AfD), que ha pasado a ser la segunda fuerza política del país, despierta preocupaciones sobre un posible viraje nacionalista. Si bien la comparación con el ascenso del nazismo en los años 30 debe tomarse con cautela, la historia demuestra que los cambios políticos internos en Alemania han tenido consecuencias geopolíticas de gran alcance.

Friedrich Merz, canciller de Alemania. Foto: Reuters/Liesa Johannssen.

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El debate nuclear

A esta incertidumbre se suma el creciente debate sobre la posibilidad de que Alemania desarrolle armamento nuclear. Aunque el país está sujeto a acuerdos internacionales que le impiden poseer un arsenal propio, algunos sectores políticos han comenzado a cuestionar esta restricción en un contexto de crecientes tensiones con Rusia y una menor confianza en la protección de Estados Unidos.

En teoría, Alemania podría optar por un programa nuclear autónomo o, más probablemente, buscar una mayor participación en el paraguas nuclear de la OTAN o una colaboración con Francia, que ya posee un arsenal propio. Sin embargo, cualquier intento de desarrollar una capacidad nuclear independiente reavivaría viejas heridas geopolíticas y provocaría una reacción inmediata: Moscú ya ha advertido que "nadie permitirá que Alemania adquiera armas nucleares".

¿Está Europa preparada para aceptar un papel militar más activo de Alemania, o los fantasmas de la historia siguen todavía demasiado visibles?

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