En medio de masivas protestas, Lukashenko asegura que "ni muerto" entregará Bielorrusia

Aleksandr Lukashenko. Reuters.

Mientras de miles de personas protagonizaban protestas antigubernamentales en Bielorrusia, el presidente Aleksandr Lukashenko pidió ayuda a Rusia al argumentar que el descontento, generalizado tras elecciones con sospechas de fraude, son fogoneadas desde el exterior.

Lukashenko aseguró que las movilizaciones son una amenaza "no solo para Bielorrusia", sino también para Rusia y semanas después de acusar a Moscú de querer desestabilizarlo, ahora recurrió a la ayuda de Vladimir Putin.

Es más, el presidente bielorruso apeló a una posible intervención militar rusa al señalar que habló con Putin y éste le garantizó le garantizará "una asistencia integral" para restablecer el orden en el país.

Rusia emitió un comunicado en el que, en forma breve, se refirió a "fuerzas destructivas" que intentan dañar la cooperación entre ambas naciones.

Analistas internacionales citados por el sitio del diario español El País estiman que para el Kremlin, Lukashenko, quien se mantiene desde hace 26 años en el poder, ya es visto como un aliado incómodo, aunque no ven un reemplazante adecuado para sus intereses.

Con este marco, Lukashenko asegura que "ni muerto" entregará Bielorrusia.

El presidente bielorruso, además de la ayuda rusa, agitó una posible intervención del Ejército de su país para aplacar las protestas contra la manipulación en los comicios y la brutalidad policial sobre los manifestantes pacíficos que, de nuevo este sábado, inundaron la mayoría de ciudades del país.

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Informe sobre Bielorusia. Video gentileza EuroNews.