Si bien Europa no cuenta con especies de loros nativas, su introducción se produjo por especies que escaparon del comercio de mascotas y permitió a los investigadores estudiarlas, descubriendo algo sorprendente.
Por Canal26
Sábado 20 de Abril de 2024 - 10:05
Desde que llegaron a Europa, las cotorras argentinas no dejaron de sorprender con su belleza y su manera de hablar que tanto las caracteriza. Los científicos encontraron algo sorprendente de esta especie y es que son capaces de desarrollar un nuevo lenguaje adaptado a su nuevo entorno. ¿Qué significa este descubrimiento?
Un estudio reciente publicado en la revista Behavioral Ecology, reveló una sorprendente diversidad sonora, nunca antes oída: las cotorras argentinas dejaron atrás su influencia y, al parecer, encontraron identidad en estas ciudades de Europa.
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"Al igual que los humanos, la cotorra argentina en Europa tiene formas únicas de comunicarse según el lugar donde viven", explicó Stephen Tyndel, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal.
Si bien Europa no cuenta con especies de loros nativas, su introducción se produjo por especies que escaparon del comercio de mascotas. Originarias de América del Sur, las cotorras argentinas o periquitos monje ahora habitan en varias naciones europeas como España, Bélgica, Italia y Grecia, destacando por su versatilidad vocal y capacidad de adaptación.
Europa no cuenta con especies de loros nativas.
Rápidamente, estos loros, recién asentados en Europa, se convirtieron en un objeto de estudio fascinante para los científicos, proporcionando una oportunidad única para explorar la evolución de la comunicación en una especie no humana.
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En cada ciudad estudiada, las cotorras argentinas tenían dialectos únicos y distintivos. Los investigadores observaron variaciones en la estructura de modulación de frecuencia dentro de cada llamada, un rasgo que diferenciaba claramente los dialectos.
Por ejemplo, en Bruselas, las cotorras tenían llamadas de contacto que se destacaban por su diferencia con las de otras ciudades.
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Además, los científicos exploraron el origen de estos dialectos y cómo evolucionaron con el tiempo desde la llegada de las cotorras a Europa.
En ese sentido, concluyeron que los dialectos de las cotorras argentinas se separaron tempranamente después de su invasión a las ciudades europeas. Sin embargo, a lo largo del tiempo, estos dialectos no experimentaron cambios significativos, lo que sugiere una estabilidad en su evolución lingüística.
Así lo explicó el coautor principal, Simeon Smeele, científico del Instituto Max Planck: "los dialectos de los loros se separaron temprano cuando las aves invadieron las ciudades europeas, pero luego no cambiaron significativamente durante este período".
Ahora bien, este fenómeno desencadenó en dos hipótesis diferentes. Por un lado, los dialectos podrían haber surgido a través de un proceso pasivo, donde los errores de copia entre las aves llevaron a diferencias sutiles pero distintivas en sus llamadas. Por otro lado, también se consideró la posibilidad de un proceso activo, donde los dialectos podrían servir como una forma de comunicación social, como el reconocimiento de compañeros de grupo.
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