El pez más raro del mundo: cómo es la especie más escurridiza para la ciencia que está en peligro crítico de extinción

Pez rosado con manos. Fuente: x @EnsedeCiencia

La fauna marina es fascinante, tiene miles de especies de todos los tamaños y colores, con dos o más ojos, varios corazones y hasta algunos con aspectos espeluznantes. Uno de los peces más raros del mundo fue visto en 2021 en una breve aparición luego de ser intensamente buscado desde 1999. Desde ese momento, la ciencia intenta volver a verlo con desespero, ya que se convirtió en uno de los más escurridizos del mundo.

Se trata del pez rosado con manos (o Brachiopsilus dianthus, su nombre científico), una de las especies marinas más curiosas, con un comportamiento único en el mundo animal. Este pez utiliza sus aletas para caminar por el fondo del océano, en lugar de nadar como el resto de sus parientes, y forma parte de una larga lista científica de especies que pocas veces ha visto la luz del día.

Pez rosado con manos. Fuente: x @EnsedeCiencia

Según los biólogos que lo han estudiado, mide solamente 10 centímetros de longitud y ha sido avistado en muy escuetas ocasiones. De hecho, hasta la fecha solamente se han encontrado cuatro especímenes cerca de la isla australiana de Tasmania. A pesar de su pequeño tamaño y la rareza de su avistamiento, su identificación como una nueva especie ha tardado años.

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Cómo es el pez rosado con manos, el más raro del mundo

El pez rosado con manos no se destaca por su gran capacidad de nado, ya que camina por el fondo del mar, sino que su gran habilidad es despedir toxinas defensivas, que segrega a través de su piel para protegerse de depredadores. Sin embargo, enfrenta varias amenazas a su supervivencia: los depredadores invasores como las estrellas de mar, la contaminación de las algas debido a que depende de ellas para refugiarse y el avance del cambio climático, que afectan a su reproducción.

Pez rosado con manos. Fuente: x @EnsedeCiencia

Ante la evidente amenaza de extinción, la Handfish Conservation Project, una iniciativa creada en 2018, trabaja arduamente en la recuperación de todas las subespecies de peces con brazos. La intención de esta organización es crear y restaurar hábitats marinos eliminando las especies invasoras y replantando algas marinas para que los peces con manos puedan reproducirse, ya que hay evidencias de que siguen en el fondo del mar porque se encontraron rastros de su existencia.

El descubrimiento del pez rosado con manos en las profundas aguas de Tasmania fue un evento revolucionario para la ciencia, que busca otro ejemplar con desespero y pretende garantizarle un futuro mejor a esta especie marina.